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¿Soy feliz? La pregunta que no nos hacemos lo suficiente

Ni el dinero ni el poder… lo que de verdad nos hace felices es conectar con otras personas. Esa es la principal conclusión de Robert Waldinger, psiquiatra, profesor de Harvard y nuevo protagonista de 'Mejor Conectados' de Telefónica.

Ya sea porque nos da miedo la respuesta o porque la rutina no nos deja tiempo para reflexionar sobre ello, quienes vivimos en las frenéticas sociedades modernas pocas veces nos paramos a pensar si somos felices o no. De hecho, ahora parece casi una frivolidad hacerlo, pero en Harvard llevan trabajando en explorar las claves de la plenitud del individuo desde el año 1938, cuando comenzó a elaborar el mayor y más largo estudio sobre la felicidad que jamás ha realizado la humanidad. Ahora, más de ocho décadas después, Robert Waldinger, el cuarto director del denominado Estudio de Desarrollo Adulto, explica algunas de las conclusiones que han sacado hasta ahora.

La principal de ellas es sorprendente: lo que nos hace felices no cambia tanto con las épocas como podríamos creer. Somos mucho más básicos de lo que presumimos. Es más, lo que nos allana el camino a la autorrealización se podría englobar en dos únicos conceptos: salud física y salud social. La primera ya sabemos cómo se consigue, con esfuerzo, ejercicio, buenas rutinas… Pero la segunda es más compleja, porque ya no depende solo de nosotros mismos, sino de las relaciones que creamos con los demás, de la conexión con otros, y es ahí donde Waldinger cree haber encontrado algunas de las claves que nos pueden ayudar a ser más felices.

Y es que, paradójicamente, vivimos en sociedades en las que la ultraconexión nos ha llevado, en muchos casos, a la desconexión. Porque, aunque la tecnología nos ha dado la capacidad de iniciar una conversación online sin problema con un granjero de Wisconsin o un estudiante de Manila, nos ha alejado un poco de nuestro entorno más cercano. De ahí que en nuestra capacidad para reivindicarnos ante eso y de crear una red de conexiones humanas estables y seguras a nuestro alrededor esté la clave para conseguir ser más felices.

Waldinger, uno de los mayores expertos en felicidad humana del mundo y autor del libro La buena vida, explica en esta nueva edición de ‘Mejor Conectados’ de Telefónica, cómo tiene que construirse esa red afectiva para conseguir una vida plena y satisfactoria. Una red que es vital para cubrir algunas de las necesidades básicas del ser humano como es el sentimiento de pertenencia, de comunicación o de crecimiento personal. Pero, ¿cómo lo conseguimos? ¿qué tenemos que hacer para que nuestras conexiones con los demás nos hagan sentir mejor física y psicológicamente? Aquí van alguna de las claves:

1. No descuidar a tus amigos

No tengo tiempo. Mi agenda es una locura. Te intento buscar hueco. Son frases que repetimos una y otra vez cuando las personas de nuestro entorno quieren pasar tiempo con nosotros. Pero en la vida todo es una cuestión de prioridades. Es verdad que el trabajo o la ajetreada vida social pueden ser un poco asfixiantes, pero, en el fondo, todos sabemos que, con un poquito de ganas, podemos gestionar nuestro tiempo para cuidar las relaciones con quienes realmente nos importan. Por eso, para Waldinger, construir relaciones auténticas y significativas es una de las principales claves para sentirnos más conectados y felices. Sobre todo, porque los amigos brindan apoyo emocional, ofrecen perspectivas diferentes y nos ayudan a crecer como personas, por lo que es importante saberlos cuidar de la misma manera que nos cuidan ellos a nosotros.

2. Compartir actividades

Las plataformas de streaming, los videojuegos, el delivery… Nuestros hogares se han convertido en auténticas madrigueras de entretenimiento que nos atrapan y pueden llegar a alejarnos de los demás. Por eso, salir de la cueva y enfrentarse al mundo es importante. Participar en actividades sociales –que también pueden ser onlinepuede ser una gran oportunidad de conocer a personas con los mismos intereses que los nuestros. Ya sea algún voluntariado o algún hobbie, cualquier opción es válida. Es algo que además es vital para nuestro sentimiento de pertenencia, explica Waldinger, ya que ayuda a tener una buena autoestima y a darnos una sensación de propósito y significado a la vida.

3. Poder ser nosotros mismos y sentirnos seguros

Afortunadamente, vivimos tiempos en los que la salud psicológica ya no es un tabú, por lo que podemos poner sobre la mesa conceptos como la ansiedad social. ¿Quién no ha tenido alguna vez la sensación de incomodidad y agobio dentro de un grupo? Quizá por no tener la confianza necesaria con el resto de miembros, por timidez, o simplemente por “no tener el día…”. Pues es algo que también es importante trabajar, según el psiquiatra de Harvard, para conseguir ser uno mismo y aceptar nuestras propias características y peculiaridades, dando valor así a cómo somos realmente. Para ello, propone aprender a poner límites saludables, de forma que respetemos y respeten nuestra forma de ser y nuestros valores, convirtiéndonos en personas más seguras de sí mismas.

4. Aceptar los cambios

La última y quizá más complicada de las claves es, en resumen, no intentar evitar lo inevitable. Las cosas cambian, las vidas de la gente evolucionan, cada día hay nuevas tecnologías, corrientes ideológicas, tendencias económicas… Y nosotros solo somos una pieza más del engranaje, no está en nuestras manos evitar nada, así que solo nos queda dejarnos llevar y adaptarnos de la mejor manera posible a lo que está por llegar. Para Robert Waldinger, esa es la única manera de encontrar la felicidad. De hecho, a lo largo de su estudio, ha comprendido que, si de verdad queremos ser felices, debemos empezar a ver los cambios como una oportunidad de crecer y aprender. Así mismo, al igual que nosotros cambiamos, también lo hace nuestro entorno, por lo que deberemos aceptar los cambios de nuestros familiares, amigos o compañeros.

Teniendo en cuenta estos cuatro consejos, quizá seamos capaces de reconectar con los demás, de volver a ser los seres sociales que algún día fuimos, y sobre todo de ser más felices con nosotros mismos y con nuestro entorno. Porque, como bien expone la teoría de Sonja Lyubumoirsky, en la que se basa parte del trabajo de Waldinger, únicamente el 10 % de nuestra felicidad corresponde a nuestras circunstancias, lo que quiere decir que el 90% restante depende de lo que construyamos a nuestro alrededor mediante una serie de hábitos y acciones conscientes. Es algo que no se consigue de la noche a la mañana, requiere de esfuerzo, de paciencia, y de una actitud positiva ante uno mismo y ante los demás que, según el psiquiatra, son el único camino hacia el bienestar emocional.

Precisamente con esta premisa nació, de la mano de Telefónica, ‘Mejor Conectados’, para visibilizar talento e inspirar conexiones que permitan a las personas ser capaces de lograr lo que se propongan. A través de historias que retratan a la perfección la idea de que cuando conectamos, somos capaces de hacer cosas increíbles.

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