El Gobierno ha cifrado en poco más de un céntimo la recaudación que obtiene con el nuevo impuesto al plástico de un solo uso cuando el producto afectado es una botella de agua de 1,5 litros.
Según explica el Gobierno en una respuesta escrita registrada en el Congreso a preguntas de varios diputados de Vox, el citado tributo, que entró en vigor el pasado 1 de enero, supone una cuota íntegra de 0,45 euros por kilogramo de plástico no reciclado. La recaudación total estimada de la nueva tasa rondaría los 500 millones de euros.
«A modo de ejemplo, en una botella de 1,5 litros de agua de unos 30 gramos por envase, el impacto del impuesto sería de 0,0135 euros/envase», ha apuntado el Gobierno en la respuesta a la que ha tenido acceso Europa Press.
Este impuesto ha sido objeto de varias críticas desde la formación liderada por Santiago Abascal y también desde el PP. De hecho, este último grupo también ha registrado varias preguntas sobre el tema y en concreto para saber la finalidad de este impuesto.
En su respuesta, el Ejecutivo apunta que el objetivo principal pasa por evitar que los residuos generados por plásticos de uno solo uso terminen contaminando los diferentes ecosistemas, evitando así «riesgos para la salud y para el entorno natural».
Adicionalmente, apunta que el impuesto lo satisfacen empresarios o profesionales que fabrican el envase de plástico o lo importan, de manera que, para que lo soporte el consumidor final, será el empresario o profesional quien lo repercuta en el precio final del producto que use tal envase.
El Ejecutivo apostilla que la fiscalidad medioambiental constituye un instrumento económico complementario para «coadyuvar» a la protección del medio ambiente, mediante figuras impositivas cuya finalidad es «estimular e incentivar» comportamientos más respetuosos con el entorno natural.