La Asociación de Mercados Financieros Europeos (AFME), ha planteado a los responsables políticos que se priorice el mercado europeo sobre los intereses nacionales en el Reglamento Europeo de los Mercados de Instrumentos Financieros (MiFIR, por sus siglas en inglés) y que se tenga en cuenta el impacto de la regulación en el atractivo de los mercados de capitales de la región, según ha señalado a través de un comunicado.
Ante el inicio de los diálogos a tres bandas de la Unión Europea sobre el MiFIR, la asociación ha emitido una advertencia sobre la escasez de liquidez del mercado de valores europeo y ha pedido a los negociadores que consideren el impacto de esta regulación en el atractivo de los mercados de capitales de Europa.
AFME indica que los mercados de renta variable europeos son «notablemente menos dinámicos y líquidos» que sus homólogos estadounidenses, ya que desde mediados de 2016 hasta finales de 2022, el índice de rotación de capital –que se calcula como el valor de negociación de las acciones en relación con la capitalización bursátil– aumentó un 40% en Estados Unidos, mientras que en
Europa se mantuvo «completamente» estable.
La asociación señala que la tendencia de este índice de rotación en Europa se explica, en gran medida, por la fragmentación a nivel nacional de los mercados de la UE, que operan bajo un marco regulatorio «altamente complejo».
Así, el mercado europeo de renta variable tiene menos de la mitad de tamaño que el estadounidense, pero «cuenta con tres veces más grupos bursátiles, diez veces más bolsas para la cotización, más del doble de bolsas para la negociación, y aproximadamente 20 veces más proveedores de infraestructuras postnegociación. Es probable que esta estructura de mercado sea uno de los factores que motiven a las empresas europeas en alto crecimiento a cotizar fuera de la UE», sostiene la asociación.
Por lo tanto, AFME ha pedido a los responsables políticos europeos que prioricen la competitividad del mercado de renta variable de la UE mediante la creación de una cinta de datos (‘consolidated tape’, en términos técnicos) «centralizada, ambiciosa y consolidada de prenegociación», que en la práctica supondría una puerta de entrada de datos compartidos por todos los mercados para conseguir mayor liquidez.
Al respecto, el consejero delegado de AFME, Adam Farkas, ha indicado que esta cinta de datos serviría resolver el «problema de la fragmentación actual de la liquidez de la UE» y proporcionaría un escenario en el que «todos los usuarios de los mercados de capitales tienen una visión completa».
Farkas también ha pedido que se garanticen suficientes mecanismos comerciales para atraer inversión, tanto desde fuera de Europa como desde dentro. «Una vez más, la fragmentación geográfica de los mercados de valores de la UE y la complejidad de su marco regulatorio pueden impedir que el bloque tome decisiones políticas que beneficien a la Unión en su conjunto».
«Es fundamental que los colegisladores sigan reconociendo el importante papel que desempeña la internalización sistemática de los bancos en el ecosistema de liquidez», prosigue Farkas.
En este sentido, según los datos de AFME, los internalizadores sistemáticos (SIs, por sus siglas en inglés) aportan tres billones de euros adicionales, lo que el 14% de la liquidez total.
«Esto se debe a que ponen en riesgo su capital para permitir que se realicen operaciones que, de otro modo, no podrían llevarse a cabo. Esto es muy diferente a las bolsas, que reúnen a compradores y vendedores, pero no facilitan la negociación mediante su balance», explica el CEO de la asociación, que considera que ambos tipos de mecanismos de negociación tienen un papel «clave» en la creación de un mercado
dinámico.