El proceso de consolidación bancaria en la eurozona no debería deternerse, a pesar de las reccientes turbulencias en los mercados financieros, aunque el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha expresado su preferencia por que los movimientos en el sector se produzcan a nivel transnacional.
En este sentido, durante su intervención en un coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) el exministro español de Economía y Competitividad ha defendido que la competencia de los mercados no depende exclusivaente del número de competidores, sino también de la fortaleza de los jugadores.
De este modo, a pesar de la incertidumbre en el mercado por las recientes turbulencias financieras, Guindos se ha mostrado partidario de que «continúe el proceso de consolidación pero sobre todo a nivel transacional», aunque ha reconocido que «es casi una quimera».
En este sentido, ha recordado que la creación de un fondo europeo común de garantía de depósitos es una de las patas de la arquitectura financiera de la UE que aún no se ha podido conseguir.
En cualquier caso, Guindos ha subrayado que la posición de capital de la banca europea «en promedio es buena» y ha defendido que la subida de tipos le viene bien a la banca europea, ya que la ganancia de márgenes es superior a las pérdidas en el libro de renta fija de las entidades europeas.
Sin embargo, el vicepesidente del BCE ha advertido de que la pérdida de liquidez de un banco en una economía más digitalizada y con una influencia muy importante de las redes sociales «son cuestiones novedosas a tener en consideración» por los supervisores.
«La banca europea está mucho mejor que hace 15 años pero también el mundo ha cambiado bastante y un pánico bancario (‘bank run’) puede acelerarse con un clic», ha explicado.
ENDURECIMIENTO ADICIONAL
Asimismo, Guindos ha defendido la posición muy diferente de los bancos europeos en comparación con los bancos estadounidenses intervenididos, como Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, así con respecto del modelo de negocio y la situación del Ccredit Suisse.
«La banca europea tiene una situación muy distinta con modelos de negocio muy diferentes con niveles de capital mucho más elevados y con una posición mucho mejor», ha asegurado, llamando, no obstante, a no ser complacientes.
«Estas turbulencias tendrán un impacto en las previsiones macro, estamos viendo cuál será el impacto adicional desde el punto de vista de las condiciones de crédito en Europa», ha apuntado, señalando que, como consecuencia de las subidas de tipos ha habido un endurecimiento de las condiciones de financiación en la zona euro «y los episodios vividos supondrán un endurecimiento adicional», que frenará consumo e inversión y tendrá un impacto en el crecimiento.