Economía

Fundación La Caixa advierte de un problema estructural de desigualdad en España y pide rediseñar prestaciones

El estudio ‘Desigualdad y Pacto Social’, publicado con la colaboración del Observatorio Social de la Fundación La Caixa, advierte de la existencia de un problema estructural en materia de igualdad en España y llama a modificar, en tamaño y diseño, el sistema de prestaciones que existen en el país para modificar esta situación.

Este es el mensaje que ha trasladado en el Senado, ante la Comisión de Derechos Sociales, el coordinador de este estudio, Luis Ayala, quien ha explicado ante los senadores que España se sitúa en la actualidad entre los cinco países con mayor desigualdad de la UE, solo por delante de Bulgaria, Rumania, Lituania y Letonia.

En su intervención, Ayala ha puesto el foco en que esta posición que ocupa el país se debe a una falta de evolución a lo largo de los años. Así, según ha indicado, la alta desigualdad que el país vivía en los 70 (primeros años de los que se tienen datos comparativos), se redujo en los 80 con el crecimiento económico que supuso la entrada de España en la Comunidad Económica Europea o la universalización de los servicios y prestaciones, como las pensiones. «Pero ahí acabó el progreso», ha lamentado Ayala.

Según ha indicado, «no hubo cambios» en los 90 y los 2000, antes de que llegara la crisis de 2008, cuando la desigualdad volvió a bajar, hasta convertir a España, según ha indicado, en uno de los países «donde más creció» en esos años esta situación.

DEBILIDAD DEL MODELO DISTRIBUTIVO

«Tenemos un problema de notable magnitud en cuanto a desigualdad en España», ha insistido el coordinado del estudio, quien ha señalado que se trata de una cuestión de «debilidad del modelo distributivo».

«Se trata de un problema estructural que va más allá del ciclo económico», ha advertido, para indicar que la situación de España se debe a que el aumento de la desigualdad que llega con las crisis no se mejora en época de bonanza. «Aumenta más la desigualdad en las recesiones de lo que se reduce en las expansiones», ha apuntado.

El experto ha indicado que «lo que está definiendo la desigualdad» en España es la «caída» de la clase media y aunque ha reconocido que el aumento del empleo es una buena medida, ha señalado que la situación no se solucionará sin una mejora en las políticas redistributivas que, a su juicio, tienen un «problema de diseño».

MÁS PESO A LAS PRESTACIONES FAMILIARES

Ayala ha explicado que, como en otros países, lo que más reduce la desigualdad en términos de renta son las pensiones, pero en España, según ha apuntado, se depende «mucho más» de esta prestación que en el resto de estados de su entorno. A su juicio, y para que el país esté situado en la media europea, puede ser dar un mayor peso a las prestaciones familiares.

«Casi todos los países europeos menos siete tienen una prestación por hijo, y seis de esos siete países son los que registran mayor pobreza infantil», ha explicado Ayala.

También ha puesto el foco en cómo se distribuyen las ayudas y ha puesto como ejemplo la Educación. El coordinador del estudio ha indicado que «una educación de mayor calidad» y «a edades más tempranas» reduce la desigualdad, pero, por ejemplo, ha señalado que «las políticas de becas no siempre funcionan bien» en relación a la equidad, o «el gasto en colegios concertados». «No digo que haya que revisar el modelo, pero sí repensar a dónde estamos dirigiendo los recursos si buscamos la equidad», ha declarado.

Del mismo modo, ha criticado que España tiene «un cuadro de impuestos territoriales muy desiguales, con mal cumplimiento y con fraude». Se trata, según ha insistido, en «revisar el sistema en clave de equidad» y «fortalecer esa última red de garantías de ingresos».

SIN PARTICIPACIÓN DE LOS MÁS VULNERABLES

Preguntado por la senadora del PNV Nerea Ahedo, por la posibilidad de que esta desigualdad suponga también el auge de populismos y extremismos en la sociedad, Ayala ha advertido de que es más preocupante el hecho de que «mucha gente está dejando de participar» en la sociedad y, por ejemplo, «saliendo del sistema electoral». Esto podría ser, según ha apuntado el experto, «un drama democrático». A su juicio, esto lleva a que «los más excluídos» no tengan cabida en la toma de decisiones.

El PP, por su parte, a través de su portavoz en el Comisión Verónica Casal, han preguntado si el teletrabajo supondrá también un aumento de la desigualdad. Para Ayala, «no hay una visión clara» pero ha recordado que en la pandemia sí fue un marcador. «En los momentos más duros de la pandemia los que partían de una posición mejor pudieron mantener sus horas de trabajo y sus salarios. No cambiaron de nivel», ha declarado.

En este sentido, también ha llamado a las instituciones a mejorar los sistemas de estudio y evaluación para conocer la realidad y poder diseñar mejor las políticas. Y, en este sentido, ha criticado que no se pueda conocer aún las consecuencias de la pandemia en este aspecto porque los últimos datos que se tienen son de 2020.

Finalmente, ha pedido a los políticos pactos en aquellos aspectos que puedan mejorar esta situación y les ha propuesto buscar aquellas medidas o aspectos en los que pueda haber más consenso y que son, según ha indicado, los que presentan menos aspectos ideológicos. Como ejemplo, ha puesto el Ingreso Mínimo Vital que, según ha indicado, fue «muy apoyado».