El Senado suizo ha aprobado este martes un rescate de 109.000 millones de francos suizos (110.553 millones de euros) para Credit Suisse, a la vez que ha emplazado al Gobierno a responder una serie de preguntas en torno al proceso de integración con UBS y sus posibles consecuencias.
Así, por 29 votos a favor, seis en contra más siete abstenciones, el Senado ha dado el visto bueno, en su tercera sesión extraordinaria en dos décadas, al paquete de créditos respaldado por el Estado. El Gobierno suizo, por su parte, ya se había comprometido hace unos días a presentar un informe detallado sobre la operación ante la Cámara en un plazo de doce meses.
Es de reseñar que el Parlamento no tenía poder para bloquear el acuerdo, ya que este se tramitó por vía de urgencia en la delegación parlamentaria de Finanzas. Sin embargo, sí está facultado para imponer condiciones sobre cómo este dinero será empleado. Por ejemplo, el Partido Verde ha exigido que se incorporen al acuerdo criterios de sostenibilidad ambiental.
En su alocución ante la Cámara Alta, el ministro de Interior, Alain Berset, que ocupa la presidencia rotatoria de Suiza este año, ha defendido el rescate como necesario para preservar «el interés del país, de las instituciones y de la economía nacional». Berset ha dicho también que Credit Suisse no ha desaparecido de la noche a la mañana, sino que se vio «desgastada» con el paso de los años por sus directivos, que no aprendieron de la anterior crisis financiera.