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Donde la mujer importa

No es fácil dar con la consulta de ginecología, fisioterapia o nutrición perfecta. Bmum ofrece un cuidado integral desde el respeto y la cercanía en un entorno único
Jackie Calleja y Abigail Núñez de Arenas, fundadores de Bmum.

Sentirse acompañada es fundamental. Sobre todo, durante el embarazo, el postparto o la llegada de la menopausia. Sin embargo, muchas mujeres, y también sus parejas, se sienten solas, desorientadas o, sencillamente, poco escuchadas en esos momentos.

Por Bmum han pasado centenares de familias de deportistas de élite, empresarios, artistas y conocidos influencers.

Hace años, el ginecólogo Jackie Calleja y la matrona Abigail Núñez de Arenas vivieron algo similar: tras nacer su tercer hijo, un bebé de alta demanda, recorrieron distintos centros y hospitales hasta darse cuenta de que lo ideal sería un espacio que aunara todos esos servicios. Por ello, en 2016 pusieron en marcha Bmum, un centro de cuidado integral de la mujer que ofrece acompañamiento cercano y personalizado en todas las etapas, desde la adolescencia hasta la menopausia pasando por embarazo, parto y postparto. “Surgió de la necesidad de crear un lugar donde ejercer nuestra profesión desde la empatía y la escucha”, recuerda Jackie, quien acaba de publicar junto a su mujer La vida que hay en ti, un libro que recoge varias historias de su vida profesional y transmite esa visión cercana y honesta de la medicina.

Por todo ello, Bmum cuenta con un equipo multidisciplinar de más de 85 profesionales, dedicados al cuidado de la mujer y del niño en las distintas etapas de la vida, en especialidades médicas como ginecología, matronas, pediatría, cirugía vascular, endocrinología, dermatología, cirugía pediátrica, cardiología infantil, radiología; además de fisioterapeutas especializados en suelo pélvico o fisio respiratoria. También es Centro de Vacunación de la Comunidad de Madrid. Y todo en un entorno único, en Valdemarín (Aravaca, Madrid), con instalaciones donde se cuida hasta el mínimo detalle y grandes zonas verdes. Porque, al fin y al cabo, más que una clínica es un segundo hogar.

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