La tasa de inflación interanual de China se situó el pasado mes de marzo en el 0,7%, lo que supone una moderación de tres décimas con respecto de la subida de los precios del 1% en febrero y el menor ritmo de encarecimiento de la vida desde septiembre de 2021, según ha informado la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
La tasa de inflación subyacente, que excluye el impacto de la volatilidad de los precios de la energía y de los alimentos frescos, se situó en marzo en el 0,7% interanual, una décima por encima de la lectura del mes anterior.
En datos mensuales, la tasa de inflación china registró en el tercer mes del año un retroceso del 0,3% en relación al mes de febrero, cuando había bajado un 0,5% mensual.
En marzo, el precio de los alimentos, el tabaco y el alcohol subió un 2,1% interanual, incluyendo un alza del 11,5% del precio de la fruta y del 7,8% en el de los huevos, mientras que el precio de la carne de ganado aumentó un 4,6%, con un alza del 2% de la carne de cerdo. Asimismo, el precio de las verduras frescas cayó un 11,1%.
De su lado, los precios de producción industrial de China registraron en marzo un nuevo retroceso al bajar un 2,5% interanual, frente a la caída del 1,4% en febrero, lo que supone el mayor descenso en los últimos 33 meses.
«Pensamos que la inflación se recuperará en los próximos meses a medida que el mercado laboral se endurezca nuevamente y alcanzará un máximo de 2,3% a principios de 2024», indicó Zichun Huang, economista de Capital Economics, advirtiendo de que la tasa «estará muy por debajo del techo del Gobierno de alrededor de 3%» y, de este modo, el aumento de precios será mucho más pequeño que lo visto en otros países tras la reapertura.
De este modo, dado que la inflación se mantendrá por debajo del tope previsto por Pekín, el experto considera que el Banco Popular de China mantendrá sin cambios su política monetaria.