Los intermediarios financieros no bancarios (IFNB) o sector financiero no bancario (SBNF), compuesto por fondos de pensiones, aseguradoras o fondos de cobertura (‘hedge funds’), han incrementado su vulnerabilidad ante ‘shocks’ financieros tras la subida de tipos generalizadas en todo el mundo, ha alertado el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estas deficiencias salen a flote una vez que las subidas de tipos de interés para combatir la inflación han derivado en unas condiciones de financiación más estrictas que pueden poner en apuros a los IFNB, que cuentan con activos e inversiones con más riesgo en comparación con los bancos.
Así, los IFNB se encuentran más expuestos a problemas de liquidez o a la alta interconectividad con el resto de la economía. Además, esta vulnerabilidad podría hacer ‘spillover’ y afectar a los mercados emergentes.
La institución multilateral ha explicado que los IFNB son «esenciales» para el acceso al crédito y para fomentar el crecimiento económico. Este protagonismo se remonta al espectacular crecimiento registrado tras la crisis financiera de 2008, hasta el punto de que los IFNB hoy poseen casi el 50% de los activos financieros globales frente al 40% inicial.
El FMI ha aclarado que este fenómeno tuvo lugar tras la adopción de la política de ‘dinero barato’ por parte de los bancos centrales y por la mayor regulación del sector bancario, que desplazó los instrumentos de inversión más arriesgados a los IFNB.
Así, los bancos centrales pueden verse en el aprieto de necesitar subir los tipos para devolver la inflación al objetivo del 2%, pero, a cambio, someter a estrés a entidades susceptibles de los IFNB.
«En el actual contexto de alta inflación y condiciones financieras más estrictas, los bancos centrales deben analizar los costes-beneficios durante episodios de estrés en los mercados y abordar el reto de salvaguardar la estabilidad financiera y la estabilidad de precios», ha dicho el FMI.
A este respecto, la institución surgida de Bretton Woods ha avisado de que el acceso de estas entidades a la liquidez aportada por el banco central puede ser «necesaria» en tiempos de dificultades, pero siempre con ciertas cautelas.
Entre estas, el FMI recomienda, como primera línea de defensa, regular y supervisar a los IFNB. Después, asegurar la liquidez por parte de los bancos centrales, pero solo como medida temporal y con requisitos estrictos para reducir el «riesgo moral». Este mecanismo debe limitarse a ser el de «prestamista de último recurso» para las entidades sistémicas en problemas.
Asimismo, el FMI ha resaltado como «crítica» la importancia de una comunicación clara y efectiva, así como la coordinación entre bancos centrales y los reguladores financieros a la hora de mitigar riesgos.