La junta de accionistas de Unicaja Banco, celebrada este jueves en Málaga, ha aprobado el nombramiento de los cuatro consejeros dominicales que había propuesto la Fundación Bancaria Unicaja, Miguel González, Juan Antonio Izaguirre, Natalia Sánchez y José Ramón Sánchez, así como el resto de puntos presentados por el consejo de administración de la entidad, salvo la ratificación de los independientes Maite Costa e Isidoro Unda.
La junta ha contado con un quórum representativo del 86,09% del capital social, de los que el 12,56% han asistido personalmente, mientras que el 73,53% han asistido representados.
Durante la celebración de la junta se ha puesto de manifiesto la disconformidad de los trabajadores y accionistas con respecto a la gobernanza y modelo de relaciones laborales del banco.
En este sentido, la Fundación Bancaria Unicaja, accionista mayoritario en la entidad con el 30,2% del capital social y representada en la asamblea por su director Sergio Corral, ha expuesto que la ley obliga a la Fundación obliga a orientar su actividad a la «adecuada gestión, sana y prudente» de su participación financiera en Unicaja Banco, de tal manera que «debe velar» por que la entidad «mantenga sólidos procedimientos de gobierno corporativo» de acuerdo a las normas y estándares nacionales e internacionales que sean vigentes en cada momento.
Corral también ha indicado que uno de los objetivos de la Fundación es que la actividad financiera del banco «esté al servicio» de la economía real y que se adapte al «tradicional modelo de negocio de banca comercial, cercano a las familias y pymes», para lo que es «fundamental» el mantener «un adecuado clima laboral».
«Este marco general de actuación, sostenible y eficiente financieramente, se espera que contribuya al mantenimiento de una posición sólida de capital y liquidez y a la generación de retornos para los propietarios de Unicaja Banco que, desde el punto de vista de la Fundación, posibilite la adecuada atención a la obra social», ha añadido.
El director de la Fundación ha recordado que Unicaja Banco fue constituido en 2011 por Unicaja para el ejercicio indirecto de su actividad financiera.
«La Fundación, como sucesora de Unicaja, está llamada a preservar como albacea estricto y riguroso el gran legado histórico recibido y acumulado en casi 140 años», ha defendido.
De esta forma, ha señalado que la Fundación defiende que el banco no pierda su «perfil corporativo tradicional», basado en los principios de orientación al negocio minorista, vinculación al territorio, rentabilidad, gestión prudente del riesgo y responsabilidad social y que adopte sus decisiones en línea con los criterios ASG.
Corral ha recordado que el acuerdo de fusión con Liberbank establece que, en el plazo de dos años desde la operación, es decir, antes del 30 de julio de 2023, el consejo de administración debe modificar el modelo de gobernanza de Unicaja Banco, de tal manera que el presidente del consejo, Manuel Azuaga, deje sus funciones ejecutivas, y se reevalúe al consejero delegado, Manuel Menéndez.
Al respecto, la Fundación ha expuesto en la junta que «coadyudará» a la toma de las decisiones que vayan orientadas a la mejora del modelo de negocio y de la gobernanza de la entidad.
Por su parte, varios representantes sindicales han rechazado el modelo de negociación, conocido como Modelo de Distribución Objetivo (MDO) que ha comenzado a implantarse en la entidad desde enero.
Así, CCOO ha expresado su deseo de que la junta celebrada hoy «reduzca la crisis de gobernanza» que afecta al banco y «se normalicen las relaciones laborales» y se dejen atrás «unas formas de hacer autoritarias que la historia ha demostrado que han sido fallidas y han obligado a una entidad, ahora extinguida, a integrarse en Unicaja Banco», en referencia a Liberbank.
Los sindicatos han pedido que se mantenga la vinculación territorial, que se cumplan los acuerdos de la fusión, especialmente la homologación salarial, que se rebajen los tipos de interés de los préstamos concedidos a los empleados y que se mejore el clima laboral.
En su respuesta a las intervenciones de los accionistas, el presidente ejecutivo de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, ha evitado contestar a las intervenciones que no han comportado preguntas, como la de la Fundación Bancaria Unicaja, pero, en cambio, ha destacado el trabajo del equipo del banco para afrontar el complejo entorno macrofinanciero, así como las soluciones y medidas para gestionar el riesgo climático y la exclusión financiera.
Con respecto a las relaciones laborales, ha afirmado que cualquier proceso de fusión, cuando además lleva aparejado una reestructuración de oficinas y empleados, «produce desajustes en su funcionamiento».
«Se están tomando medidas y van a seguir tomándose, hasta completar el normal funcionamiento de la entidad. Espero contar con el esfuerzo y sacrificio de todos y espero que las relaciones laborales se desenvuelvan en un clima de diálogo, consenso y acuerdo con los representantes de los trabajadores», ha agregado.