La tasa de inflación interanual de Australia se situó en febrero en el 6,8%, la menor tasa desde junio de 2022, frente a la subida de los precios del 7,4% en enero, según ha informado la Oficina de Estadística Australiana (ABS, por sus siglas en inglés).
«Esta es la segunda bajada consecutiva interanual de la inflación, también conocida como ‘desinflación’, desde el pico observado en diciembre del 8,4%», ha afirmado Michelle Marquardt, jefa de estadísticas de precios de la ABS.
En este sentido, ha precisado que las subidas interanuales más significativas en febrero se han observado en la vivienda (9,9%), alimentos y bebidas no alcohólicas (8%), el ocio y cultura (6,4%) y el transporte (5,6%).
«El incremento anual en el sector de la construcción residencial (9,9%) fue menor que en enero (10,4%). La vivienda nueva creció un 13% en los últimos doce meses hasta febrero, lo que supone el menor avance interanual desde febrero de 2022 a medida que los precios de los materiales de construcción se moderan», ha añadido al respecto Marquardt.
Por su parte, los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas cayeron dos décimas respecto a enero y se quedaron en el 8%. La restauración y la comida ‘takeaway’ han sido los principales responsables de esta subida, con un 7,3%. Después, los productos lácteos y el pan y cereales se apreciaron un 14,3% y un 12,5%, respectivamente.
Además, los combustibles para automóviles se encarecieron un 5,6%, un 1,9% por debajo del alza de enero. La electricidad hizo lo propio con un 17,2%.
Si de la inflación se descuentan el precio de los alimentos y de los carburantes, el índice subyacente se situó en el 6,9%, una décima por encima de la tasa general, y un 0,6% superior a la subyacente de enero.
POLÍTICA MONETARIA
La contención de la inflación se sucede al recorte de tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 3,60%, acordado el 7 de marzo por el Banco de la Reserva de Australia y que llevó esta tasa a máximos de diez años.
La entidad entonces se reafirmó en su compromiso de llevar la inflación al entorno del 2% y el 3% sin perjudicar el vigor de la economía. Sin embargo, «el margen para conseguir un aterrizaje suave es estrecho», señaló el gobernador del banco central, Philip Lowe.
Es más, Lowe reconoció que «la economía australiana se ha ralentizado», avanzando un 0,5% en el cuarto trimestre de 2022 y un 2,7% en el conjunto del año pasado.
La atonía del consumo de las familias por el endurecimiento de las condiciones financieras y las perspectivas del sector de la construcción jugaron en contra del crecimiento económico. Si bien, Lowe afirmó que los niveles de inversión fueron positivos y muchas empresas funcionaron a pleno rendimiento.
Además, destacó que, aunque el mercado laboral continuase «ajustado», las condiciones del mismo habían «mejorado ligeramente». «El empleo cayó en enero, pero esto refleja en parte los patrones estacionales de contratación», dijo. Asimismo, Lowe se hizo eco de las dificultades de las empresas para reducir la tasa de vacantes, aunque algunas informasen de progresos «recientes» en este aspecto.
«La junta considera que continuar con el endurecimiento de la política monetaria será necesario para asegurar que la inflación regrese al objetivo propuesto y, también, que el actual periodo de alta inflación es solo temporal», rezó el comunicado del Banco de la Reserva.