Escribo esta historia desde el Palexpo, Palacio de Exposiciones y Congresos de Ginebra, inteligentemente levantado junto al aeropuerto de Cointrin. Aquí se celebra desde 1982 el histórico Salón Internacional del Automóvil, también el del libro y la prensa, el Watches And Wonders, antes conocido como el Salón Internacional de la Alta Relojería, y el EBACE, el evento más importante del continente sobre aviación de negocios. Estar junto a las pistas del aeropuerto de Ginebra supone la combinación perfecta: los aviones se exhiben en la plataforma, mientras el resto de los negocios y los helicópteros ejecutivos y VIP quedan dentro de los pabellones.
Estos días en Palexpo se celebra Airspace World, exposición y conferencia mundial sobre el futuro de la gestión del tráfico aéreo. Doscientas empresas e instituciones tienen stand, se programan setenta conferencias de alto nivel y los 10.000 profesionales del sector debaten sobre el futuro de la aviación, tanto la pilotada como la autónoma que está por venir y como se gestiona todo ello.
La española Indra es uno de los principales actores del sector. Tiene un gran stand en Palexpo y siempre está muy concurrido. Y es que esta multinacional con sede central en Alcobendas, en Madrid, está liderando la transformación digital del sector del control aéreo. Los ejecutivos de empresa indican con orgullo que ya llevan más de 6.000 instalaciones desplegadas en 180 países y que la suya es una de las primeras firmas del mundo en poner en marcha sistemas de torres de control virtuales remotas, además de desarrollar soluciones basadas en IA, big data y comunicaciones IP digitalizadas. Uno de sus grandes proyectos de Indra en nuestro continente es la digitalización del Gestor Integrado de Red de Eurocontrol.
Y es en Eurocontrol, desde el primer de día de este año, donde hay una gran novedad: su director general es español, Raúl Medina Caballero. Este lidera una organización que es una prueba de que cuando se rema en la misma dirección y con objetivos claros, las integraciones internacionales son posibles. Con cuartel general en Bruselas, Eurocontrol fue fundada en 1963 y resumiendo al máximo sus objetivos, es la organización que trabaja desde entonces para lograr que la gestión del tráfico aéreo sea segura y fluida en toda Europa, por más que curiosamente no sea una agencia de la Unión Europea, aunque todos los países de la UE se han adherido a ella. Y es que, en realidad, Eurocontrol va mucho más allá de la Europa de los 27 y tiene 41 estados miembros. Entre estos están países como Albania, Ucrania, Israel o Marruecos. Además de en Bélgica, las subsedes de la organización están en Países Bajos, Luxemburgo y Holanda, tiene una plantilla que se acerca a los 1.900 profesionales y su presupuesto anual es de 865 millones de euros.
Y liderando todo esto, actualmente está un ingeniero aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid nacido en esa misma ciudad en 1974. Medina es también Master of Public Administration por la Universidad de Columbia, en la que estuvo estudiando como becario Fulbright y es funcionario de carrera del Cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos. Además de trabajar como ingeniero de sistemas para Siemens al inicio de su carrera profesional, también ha trabajado muchos años para el Ministerio de Fomento, hoy rebautizado como de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, donde llegó a ser director general de Aviación Civil, la máxima figura del sector regulatorio aeronáutico en España. Allí es desde donde tuvo que gestionar el mayor parón de la historia del sector: la del covid fue una crisis sin precedentes que afectó de lleno a aeropuertos, aerolíneas y el sector en general. Fue toda una prueba para este ingeniero y su equipo, tanto en el ministerio como en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, que depende de este.
Tras siete años al mando de la DGAC, donde se bregó también en la escena internacional con los acuerdos internacionales entre España y otros países, ahora Raúl Medina se ha convertido en uno de los personajes más importantes de la aviación europea. Por poner en contexto la importancia de su organización, desde Eurocontrol se gestionaron 9,2 millones de vuelos en 2022 y las perspectivas para este año es que esta cifra siga creciendo. La previsión es que este verano de 2023 se alcance un 95% de los vuelos que operaron el verano de 2019, la última referencia ‘normal’ del sector.
“Va a ser un reto, pues hay que tener en cuenta que ahora contamos con una notable recuperación e incremento de operaciones y a la vez un 20% menos de espacio aéreo disponible”, me comenta Medina en el stand de Europe For Aviation, nombre bajo el que se han juntado nueve organizaciones de aviación europeas que trabajan para promover la modernización, la sostenibilidad y la resiliencia de una Unión Europea segura y que tiene todo un reto con lo que está sucediendo en Ucrania. Para este país ha conseguido aportaciones de hasta cuarenta millones de euros en un fondo solidario para mantener vivo un sector que ha parado en seco y que se quiere tener listo para cuando todo pase. La situación en Ucrania forma parte de la perdida de un 20% en la disponibilidad del espacio aéreo. La otra es el incremento de la actividad militar en los cielos de Europa: se ha triplicado, y esta siempre tiene preferencia sobre la aviación civil y comercial.
Y es en este escenario, todo un reto siempre cambiante, donde navega (o vuela) este ingeniero español, que en los próximos años verá la mayor integración de los espacios aéreos en el continente, pues el cielo único europeo sigue siendo uno de sus grandes proyectos, del mismo modo que en breve los drones pasarán a ser actores de mayor peso, e incluso empezarán a llevar pasajeros, algo en lo que está trabajando su equipo y que será tangible para los juegos olímpicos de Paris en verano de 2024.
En un mundo cambiante, que se va integrando y cohesionando, aunque a veces a velocidades mas lentas de las deseadas, es importante que el liderazgo lo ejerzan personas capaces, pues los retos son enormes. Es el caso de este madrileño de 49 años que liderará los cielos europeos en los próximos años.