El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Brasil se situó en el 5,6% interanual en febrero, una caída de más de una décima respecto al dato de enero, según ha informado este viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
De esta manera, la inflación brasileña continúa su tendencia a la baja, aunque de una forma muy progresiva. Tras caer por debajo del 7% en el mes de octubre (hasta el 6,5% interanual), el índice se ha mantenido por encima del 5% desde el pasado mes de noviembre, con apenas una caída de cuatro décimas en los últimos cuatro meses.
Por su parte, en términos mensuales, los precios han aumentado su ritmo de crecimiento respecto a enero, hasta el 0,84, tres décimas por encima del mes anterior, cuando se incrementaron un 0,53% mensual.
De los nueve grupos de productos y servicios investigados, sólo vestuario presentó una variación negativa (del 0,24%), siendo la segunda ocasión consecutiva en la que se da una caída de esta división.
Mientras, la mayor incidencia vino del grupo de educación (que pasó de un crecimiento mensual del 0,36% en enero al 6,28%), seguido de lejos por salud y cuidados personales (1,26%) y comunicación (0,98%). Este alza del grupo de educación es reflejo de los ajustes propios del inicio del curso escolar en el país.
A pesar de que la inflación ha caído notablemente desde mediados del año 2022, el lento proceso desinflacionario de los últimos meses podría animar al Banco Central de Brasil a mantener los tipos de interés en el 13,75%, una cifra que es considerada elevada por el Gobierno de Brasil y que ha sido motivo de polémica en las últimas semanas. La próxima reunión de política monetaria está prevista para los días 21 y 22 de marzo.