El grupo Lufthansa ha vuelto a los beneficios en 2022 tras la pandemia con un beneficio neto de 791 millones de euros frente a las pérdidas de 2.191 millones que registró en el ejercicio anterior.
La compañía incrementó su facturación en un 95% con respecto a 2021, hasta los 32.770 millones de euros, de los que 25.846 provenían de ingresos por tráfico, más del doble que un año antes (+118%).
Por otro lado, los gastos operativos aumentaron un 68%, hasta los 33.662 millones de euros. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ajustado fue seis veces más que el año anterior, alcanzando los 3.786 millones, y el resultado operativo (Ebit) ajustado dejó de ser negativo para llegar a los 1.509 millones de euros.
«Lufthansa ha vuelto», ha declarado el consejero delegado del grupo, Carsten Spohr, alegando que este año se ha logrado «un giro financiero sin precedentes».
El directivo asegura que la demanda seguirá siendo alta en 2023 y se ha congratulado de que el grupo sea el primero de Europa y el cuarto del mundo.
En cuanto a los pasajeros, la compañía transportó a 101,7 millones de pasajeros, más del doble que en 2021, en 826.379 vuelos (+80%). El factor de ocupación creció 18,2 puntos porcentuales, hasta el 79,8%.
El segmento de aerolíneas de pasajeros, que comprende a Lufthansa, Swiss, Austrian Airlines y Brussels Airlines, tuvo unos ingresos de 22,760 millones de euros (+148%), de los que de tráfico eran 20.687 millones (+171%). El resultado operativo ajustado del segmento ha sido negativo en 300 millones de euros, mejoran en un 91% el resultado de 2021.
PROTECCIÓN AL FLUJO DE CAJA
En el ejercicio 2022, el grupo ha seguido optimizando el flujo de caja debido a la mejora de los beneficios, el aumento de reservas y la gestión «coherente» de las cuentas.
La compañía se ha propuesto mantener la liquidez en el rango de 8.000 a 10.000 millones de euros en el futuro para protegerse mejor frente a posibles crisis futuras.
A 31 de diciembre de 2022, la liquidez disponible del grupo alcanzaba los 10.400 millones de euros, por encima del objetivo y de los 9.400 millones con los que finalizó el año anterior.
Además, tras el reembolso íntegro de las ayudas públicas restantes en Austria y Bélgica en el cuarto trimestre, el grupo ha devuelto todas las ayudas gubernamentales que obtuvo durante la pandemia.
De cara al siguiente ejercicio, el grupo espera que la demanda se mantenga fuerte, por lo que ampliará la capacidad de pasajeros para el año completo hasta el 85% o 90% de los niveles de 2019, aunque el desempeño se verá afectado por los «cuellos de botella» que se esperan en los aeropuertos europeos.
Para el ejercicio 2023, la compañía espera una nueva mejora significativa del Ebit ajustado, unos beneficios fuertes en el segundo y tercer trimestre. Para el primer trimestre, espera un Ebit ajustado negativo.