Sigue en directo, desde las 9.30h, el Forbes Women Summit Mujeres Influyentes 2024
Economía

Moody’s considera que la rentabilidad de la gran banca seguirá creciendo pese al impuesto temporal

La agencia de calificación crediticia Moody’s considera que la rentabilidad de los seis bancos cotizados en España (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) seguirá creciendo durante 2023 a pesar del impacto que tendrá el impuesto temporal sobre sus ingresos que aprobó el Gobierno por un periodo inicial de dos años.

«A pesar del impuesto y otros vientos en contra que afectan a los gastos operativos y las provisiones por pérdidas crediticias, la rentabilidad base de los bancos mejorará de nuevo en 2023», ha indicado la firma en un informe publicado este jueves.

Moody’s ha atribuido a esta buena marcha de las cuentas de la banca a que las carteras de las entidades tienen una «alta sensibilidad» a las subidas de tipos de interés y porque el margen de intereses supone un alto porcentaje de las ganancias. En concreto, en 2022, el margen de intereses supuso el 73% del total de ingresos operativos de los seis grandes bancos cotizados.

La firma ha recordado, además, que el impuesto afectará de forma desigual a la banca porque afecta a los ingresos generados en España. Por ello, Santander y BBVA, pese a ser los mayores bancos cotizados, serán los menos afectados en proporción por el peso de sus operaciones internacionales. Unicaja, de su lado, será el más afectado.

La calificadora de riesgos también ha destacado que los seis bancos cerraron el año con unos beneficios netos de 22.400 millones de euros, lo que supone un incremento del 17% frente a 2021. Esto se debe, en gran parte, a que los «sólidos» aumentos en los márgenes de intereses han permitido repreciar las carteras de préstamos, mientras que los costes de los depósitos han permanecido casi planos.

Por otro lado, aunque la calidad de los activos durante el año pasado mejoró, Moody’s espera que los préstamos en problemas crezcan durante 2023 a medida que la actividad económica se ralentice y la inflación y los tipos de interés afecten a la capacidad de repago de los prestatarios.