Blackstone ha incumplido el servicio de un bono de 531 millones de euros respaldado por una cartera de oficinas y tiendas propiedad de la firma finlandesa Sponda Oy, que la gestora adquirió en 2018 por unos 1.800 millones de euros.
Según informa la agencia ‘Bloomberg’ citando a fuentes conocedoras, la firma de capital privado habría solicitado una prórroga a los tenedores de la deuda titulizada para tener tiempo de vender los activos y pagar la deuda, pero la volatilidad del mercado a causa de la guerra en Ucrania y el aumento de los tipos de interés interrumpieron el proceso de venta y los bonistas votaron en contra de una nueva prórroga.
De este modo, con el valor ya vencido y no reembolsado, ha llevado a la firma de administración de préstamos Mount Street a determinar un incumplimiento, por lo que el préstamo se transferirá a un administrador especial.
«Esta deuda se relaciona con una pequeña porción de la cartera de Sponda», dijo a Bloomberg un representante de Blackstone. «Estamos decepcionados de que el administrador no haya avanzado en nuestra propuesta, que refleja nuestros mejores esfuerzos y creemos que brindaría el mejor resultado para los tenedores», añadió.
Asimismo, el representante de la gestora expresó que Blackstone sigue teniendo plena confianza en la cartera principal de Sponda y su equipo de gestión, cuya prioridad sigue siendo la entrega de activos de oficina y comercio minorista de alta calidad.
El sector inmobiliario nórdico se ha visto entre los principales afectados por la corrección de los precios en Europa ante el uso de deuda a corto plazo por parte de los propietarios nórdicos, lo que los ha hecho más vulnerables al aumento de los tipos de interés, así como por el grado de intereses cruzados en el sector, donde varias empresas inmobiliarias poseen participaciones entre sí.