El economista José Manuel González-Páramo ve una «meta realista» que el control de la inflación llegue a partir del 2025, tal y como recoge la previsión del Banco Central Europeo (BCE), que fija ese año para que se alcance una cifra en torno al 2%.
No obstante, ha advertido de que la cronificación del alza de precios en España «está siendo mayor de la esperada», con un IPC subyacente en el 7,7% –que no incluye energía ni alimentos precios– que «debe preocupar».
En una entrevista con Europa Press, el economista, que fue miembro de los consejos de gobierno del Banco de España y el Banco Central Europeo, ha alertado de que «no hay razones para felicitarse» con los datos que acaban de conocerse del IPC –con un repunte al 6,1% en febrero–, pues el 2023 rompe con la moderación de precios registrada a finales de 2022. «Creíamos que ya estábamos en la buena senda, pero ha rebotado y estamos otra por encima del 6%», lamenta.
Así, espera que «por el bien de todos» la contención de la inflación no llegue más tarde de 2025, en un escenario de «incertidumbre» debido a la guerra de Ucrania, que «sigue sin una solución a la vista». «No sabemos todavía las consecuencias plenas de la pandemia, lo que llaman la pandemia larga, de la que nadie habla», dice en referencia a que existe gente con dificultades de salud o que se ha retirado del mercado de trabajo, unido a «la escasez de personal» para determinados sectores. «Esto se ve en Estados Unidos con mucha nitidez, en Europa todavía no tenemos muy claro ese impacto», agrega.
González-Páramo, también consejero independiente de Abanca, ha apuntado que el alza del IPC subyacente «lo que quiere decir es que los sectores industriales y de servicios están pasando hacia adelante costes del pasado». «Es el núcleo duro de la inflación», deja claro.
«HEMOS LLEGADO TODOS TARDE, LOS BANCOS CENTRALES TAMBIÉN»
«A esta inflación hemos llegado tarde todos, los bancos centrales también, lo han reconocido abiertamente», relata este economista que conoce el funcionamiento de los bancos centrales desde dentro.
Así, ha señalado que los bancos centrales «tendieron a interpretar la inflación como un fenómeno temporal», algo que defendían durante «todo 2021 y bien entrado 2022». Ha recordado que el BCE no subió tipos hasta julio del año pasado.
En este sentido, ha lamentado que se hiciese una «calificación un poco precipitada» de tratar esta problemática como temporal. «Cuando el fenómeno es tan nuevo, no conoces muy bien las consecuencias de la pandemia. Cuando apagas el motor de la economía no sabes cuánto va a tardar en volverse a encender, el motor ha tardado en encenderse y aún no está encendido de todo, seguimos teniendo cuellos de botella que tienen que ver con suministros de materias primas», ha relatado.
HORIZONTE DE SUBIDA DE TIPOS
De este modo, González-Páramo ha avisado de que «este horizonte es más complicado de lo habitual», a la espera de una mayor subida de tipos en próximos meses. «En Estados Unidos, los tipos han subido 475 tipos básicos en un año», una cifra «inusitada», «esto no lo encuentras en la historia».
Igualmente, «en la UE han subido 300 puntos básicos en siete meses» y «van a seguir subiendo», unos «50 puntos básicos dentro de dos semanas. Cree que habrá «posiblemente una o dos subidas más». «Si se detendrán ahí o no es una de las grandes cuestiones», ya que se vive «un fenómeno que nunca se había visto, a la vez que los bancos suben tipos, las condiciones financieras de la economía no se endurecen mucho».