Cuando se trata de comer bien, pocas ciudades del mundo pueden competir con Barcelona. Si va a ir de vacaciones allí, ¿por qué no empieza por reservar un hotel con unas credenciales gastronómicas de primera?
Para ayudarle a elegir el alojamiento adecuado, he aquí los mejores hoteles de la capital catalana con restaurantes por los que merece la pena viajar: desde los templos de la buena mesa aprobados por Michelin, hasta bulliciosos bares de tapas, un lugar de sushi de lujo y no uno, sino dos, asadores bastante excelentes.
Hotel Monument
Con no menos de cuatro estrellas Michelin bajo su techo, es difícil rivalizar con el Monument Hotel de Barcelona en cuanto a excelencia culinaria. Oria, de una estrella, tiene un enfoque más informal de la alta cocina, mientras que Lasarte, de tres estrellas, va a por todas, con platos como el tartar de calamar con yema de huevo líquida, cebolla y consomé kaffir, o los raviolis de Wagyu y anguila glaseada, nata yodada, rábano picante y caviar, que seguro que le arrancarán una lágrima. Mientras tanto, el restaurante Verbena de la última planta sirve desayunos, almuerzos y el brunch de los domingos, con vistas a la azotea incluidas. Los tres están dirigidos por el chef español con más estrellas Michelin, Martín Berasategui.
Mandarin Oriental, Barcelona
Hay muchas razones por las que el Mandarin Oriental, Barcelona, es nombrado sistemáticamente como uno de los mejores hoteles de España: desde su incomparable confort y su personal ultradiscreto, hasta la excepcional oferta de comida y bebida. Lo más destacado es Moments, con dos estrellas Michelin, de Carme Ruscalleda –la primera mujer galardonada con siete estrellas Michelin– y su hijo Raül Balam, cuyo actual menú degustación es una deliciosa obra de arte inspirada en el libro de recetas de Salvador Dalí «Les Dîners de Gala». También está Blanc, un atrio lleno de luz que sirve cocina mediterránea de inspiración local, Banker’s Bar, uno de los mejores bares de cócteles de la ciudad, y, en verano, la azotea Terrat, del chef peruano Gastón Acurio.
Nobu Barcelona
A pesar de su ubicación algo pasada de moda, frente a la estación de tren de Sants, se puede decir con seguridad que Nobu Barcelona es una de las aperturas más atractivas de la ciudad en los últimos años. Las habitaciones ofrecen el minimalismo característico de Nobu, con una iluminación tenue y atractivas bañeras de madera, e incluso hay un spa subterráneo Natura Bissé de ensueño. Pero la verdadera pièce de resistance es el moderno restaurante Nobu de la última planta, con vistas que abarcan desde la montaña del Tibidabo, pasando por la Sagrada Familia, hasta la playa, por no hablar del mejor sushi de la ciudad, por supuesto.
Ohla Barcelona
Tome una dirección con estilo en el centro de Barcelona, añádale el chef francés más joven en ganar una estrella Michelin, ¿y qué tiene? Pues el restaurante Caelis de Ohla Barcelona, ¡por supuesto! Este templo de la alta cocina con una estrella Michelin es obra del chef Romain Fornell, que fue reconocido por primera vez por la gente de Michelin a los 24 años. Desde entonces, ha construido un mini imperio de restaurantes en Barcelona, del que Caelis es la gloria suprema. El opulento menú degustación de temporada de 13 platos incluye platos como la vichyssoise helada con huevas de trucha y una alucinante combinación de anguila ahumada con alcachofa y foie gras.
Serras Hotel
Serras Hotel Barcelona es en gran medida todo lo que un hotel boutique debería ser. Oculto a plena vista en pleno Barrio Gótico, es tranquilo y discreto, con un servicio personalizado excepcional y algunas de las habitaciones más cómodas de la ciudad. Su restaurante Informal, en la azotea y en la planta baja, del chef catalán Marc Gascons, galardonado con una estrella Michelin, es uno de los favoritos de los gastrónomos locales. La versión de Gascons de las patatas bravas picantes está a la altura de las mejores, mientras que sus canelones de pollo ecológico con bechamel de setas le transportarán a la cocina de su abuela.
Casa Bonay
Aunque no es ningún secreto que Casa Bonay es uno de los hoteles boutique más de moda de Barcelona, lo que quizá no sepa es que también alberga algunos de los lugares para comer y beber más de moda de la ciudad. En la planta baja, el bar Libertine prepara un delicioso Martini con tres ginebras, mientras que la Bodega Bonay es un discreto punto de encuentro gastronómico que sirve tapas creativas como la sabrosa tatin de alcachofa (una sabrosa versión de la tarta tatin con –lo ha adivinado– alcachofa en lugar de manzana). En las noches de verano, el Chiringuito de la azotea es el lugar ideal para darse un festín de chuletas de cordero a la barbacoa y suculenta paleta de cerdo ibérico al estilo criollo.
El Palace Barcelona
Cuando El Palace abrió sus puertas en 1919 como el Ritz de Barcelona fue el primer hotel de lujo de cinco estrellas de la ciudad. Hoy en día, puede que la competencia sea más feroz que nunca, pero El Palace ha conservado su reputación como uno de los lugares más glamurosos de la ciudad y –desde el año pasado– también cuenta con el restaurante de alta cocina que se merece. Amar, especializado en exquisiteces de pescado como ostras, gambas rojas del Mediterráneo y caviar, completa una magnífica oferta de comida y bebida que también incluye el ultrarromántico Rooftop El Palace, lleno de jazmines, y el bullicioso Bluesman Cocktail Bar.
Hotel Sir Victor
Situado a tiro de piedra de La Pedrera de Gaudí, el Sir Victor sabe lo que quieren los viajeros modernos: una ubicación en el bullicioso centro de la ciudad, un diseño cómodo y a la última y una azotea a la última donde se congrega la gente guapa en las noches de verano. Ni que decir tiene que un lugar tan a la última necesita un restaurante a la altura y el residente de Sir Victor, el Sr. Porter, no defrauda. No se deje engañar por la etiqueta de «asador»; el Sr. Porter también es un experto en todo, desde el carpaccio de calabacín hasta la lubina asada y la imperdible ensalada de gambas jumbo con maíz, aguacate y chile.
The Barcelona Edition
El inmejorablemente situado Edition de Marriott es el hotel que lo tiene todo. Pase el día disfrutando de las impresionantes vistas y de las nuevas versiones de la comida callejera asiática en la azotea, antes de dirigirse al Bar Veraz de la planta baja para cenar. Aquí se preparan platos mediterráneos llenos de sabor pero sin pretensiones, con ingredientes de temporada de primera calidad procedentes del vecino mercado de Santa Caterina, conocido por su ondulante techo de mosaico. Una vez que se ponga el sol, saboree un cóctel de autor en el Punch Room antes de bailar toda la noche en la discoteca Cabaret.
Alexandra Barcelona
Parte de la Curio Collection de Hilton, el hotel Alexandra Barcelona puede no parecer gran cosa a primera vista, pero ignórelo por su cuenta y riesgo. No sólo las suites de la última planta, con sus amplias terrazas y bañeras al aire libre, ofrecen algunas de las estancias con mejor relación calidad-precio de la ciudad, sino que el restaurante Solomillo, situado en el mismo hotel, sirve algunos de los mejores filetes de la ciudad. Elija su carne según la raza, el corte y el peso que prefiera –antes de añadir guarniciones y salsas– para un festín digno de los carnívoros más acérrimos. En las templadas noches de verano, disfrútelo en el frondoso patio al aire libre del hotel.
Hotel Arts
Un hito de la hospitalidad de lujo desde su apertura en 1994, esta propiedad Ritz-Carlton frente al mar tiene todo lo que cabe esperar de un hotel de su calibre. Sus 483 habitaciones incluyen 28 áticos con servicios, situados en las plantas superiores del hotel y dotados de recepción privada y conserjería, mientras que el acertadamente llamado 43 The Spa, en la planta 43, ofrece tratamientos exclusivos y vistas panorámicas. El Hotel Arts cuenta con un restaurante junto a la piscina y un bar de cócteles, pero lo que realmente destaca es la Enoteca Paco Pérez, galardonada con dos estrellas Michelin, que lleva el nombre de su chef superestrella, cuyo amor por los productos catalanes de temporada de la tierra y el mar brilla en sus elegantes menús degustación.
