Standard & Poor’s (S&P) ha mejorado la calificación crediticia de Costa Rica a ‘B+’ desde ‘B’ con perspectiva estable, apoyándose en el «sólido» desempeño económico del país en 2022 y su estabilidad política, que le permite desarrollar medidas que garantizan un nivel de vida «próspero» en comparación con otros países de la región de Centroamérica.
En esta línea, la agencia calificadora ha destacado la contención del gasto y el incremento de los ingresos, siendo ambos fruto de la reforma fiscal aprobada en 2018 que, en consecuencia, está llevando al país a una mejor situación financiera.
En cuanto a la perspectiva estable, S&P ha sostenido que Costa Rica será capaz de mantener su «sólida» ejecución fiscal en el próximo año a pesar del contexto de desaceleración global o incluso, si se produce un ligero incremento del déficit.
Precisamente, el «buen» clima comercial del país y su compromiso con la descarbonización serán factores, según ha apuntado la calificadora, que permitirán a Costa Rica reducir su vulnerabilidad externa y continuar por la senda del crecimiento. En cifras, S&P prevé que el país centroamericano mejore los flujos constantes de Inversión extranjera directa (IED), que habrían llegado al 4% del PIB en 2022.
Al tiempo, su tradición democrática es un factor a tener en cuenta por S&P ya que las instituciones políticas «estables» de Costa Rica le permiten reducir las tasas de pobreza y delincuencia.