En un entorno empresarial cada vez más competitivo, en medio de una situación país que aprieta y con la inseguridad que hay a la hora de invertir, la rentabilidad es uno de los principales objetivos que persiguen las empresas. ¿Por dónde se ha de empezar para lograr esta meta?
Ahorrar dinero no es tan fácil como parece, sobre todo cuando se dirige una empresa y hay gastos por todos los lados. Sin embargo, aprender a guardar capital como empresario es uno de los elementos esenciales para dirigir una compañía con éxito. Para hacer escalable un negocio se necesita de un hábito de ahorro ordenado. Por eso, siempre se han de buscar las mejores fórmulas.
Así, la inversión empresarial consiste simplemente en invertir los beneficios / excedentes de efectivo de su empresa, en lugar de retirarlos como ingresos o mantenerlos en cuentas bancarias en efectivo. “También es una forma de retirar dinero adicional de una empresa de manera fiscalmente eficiente, cuando no se pretende utilizarlo como ingresos”, comenta unbasied en un informe.
Aunque el propietario de una empresa puede elegir pagarse a sí mismo en dividendos o a través de un salario, sacar demasiado dinero de la empresa para dejarlo simplemente en su cuenta bancaria puede dar lugar a una factura fiscal considerable. Por el contrario, dejar que los beneficios se acumulen en la cuenta de la empresa significa que ese dinero no está trabajando activamente para usted o para la empresa. Con todo, hay que poner el foco para el ahorro y la inversión en tres aspectos fundamentales.
Ahorro fiscal
En España hay vigentes más de cien impuestos, aprender sobre las diferentes opciones fiscales disponibles y utilizar aquellas que permitan reducir la carga impositiva de la empresa es clave. Al reducir el impacto de los impuestos en las finanzas de la empresa, se pueden destinar más recursos a otras áreas que también contribuyan al crecimiento del negocio.
Las maneras de ahorrar en esta área son diversas. Se debe investigar y aprovechar al máximo la deducción fiscal; analizar la situación financiera y planificar una estrategia que permita aprovechar al máximo las opciones disponibles para reducir los impuestos a pagar; y, por supuesto, contar con buen asesor es esencial para identificar las mejores opciones fiscales para la empresa.
Buenas prácticas para reducir en el coste fiscal son poner viajes en fin de semana; teletrabajar 21 días en casa; al ir a comer con alguien al que se le debe facturar, apuntarlo en sus respectivos tickets. Ya a nivel societario, aquellos que trabajan de manera digital, pueden ahorrar el IVA con una sociedad en Estados Unidos o en países como Portugal, en los cuales estando sesenta días al año a nivel de persona física puede pagarse solo el 4% del impuesto al valor agregado.
Reducción de gastos operativos
Reducir gastos en áreas que no afecten negativamente el funcionamiento del negocio permite destinar más recursos a otras áreas que contribuyan al crecimiento de la empresa. Analizar detalladamente los gastos de la empresa y encontrar oportunidades para reducir costes sin afectar la calidad del producto o servicio ofrecido es la clave.
Para recortar los gastos operativos algunas opciones que podrían considerarse son la negociación con proveedores, haciendo colaboraciones con ellos, y la reducción de gastos innecesarios y de oficina. Grandes compañías, como Salesforce, han optado por reducir los espacios de oficina para recortar gastos.
Por otro lado, el outsourcing es una gran alternativa. Al contratar servicios externos en áreas que no son el core business de la empresa, se pueden reducir costes en sectores como la contabilidad. A nivel equipo de trabajo, por ejemplo, se puede pensar en “tercerizar” la parte de ventas y trabajar con closers; contratar personas de otros países, que incluso pueden ser más talentosas que las del propio país; y se puede pensar en empresas que tienen la misma operativa que nosotros y hacer colaboraciones. Un ejemplo es la empresa de parkings Saba, la cual consiguió una alta rentabilidad contratando al equipo de teleasistencia en otro país.
Inversión en marketing por resultados conseguidos
Lo más común suele ser invertir en marketing en distintos sitios de publicidad, pero, ¿qué tal la posibilidad de hacer otro tipo de inversiones solo a resultados? Es fundamental identificar aquellas acciones que son más efectivas y enfocar los esfuerzos en ellas.
Una alternativa poco convencional es hacer colaboraciones estratégicas, las cuales son una excelente opción para mejorar la rentabilidad de la empresa mediante el marketing y pagar solo por resultados conseguidos. Al asociarse con otras empresas complementarias, se pueden conseguir sinergias que beneficien a ambas partes, además de poder llegar a nuevos públicos que tienen la necesidad y aprovechar la autoridad del colaborador para posicionarse.
Por ejemplo, el caso gestionado por la agencia Apunto Growth Agency, con una empresa de taxis privados. La compañía tenía mucha competencia y debía diferenciarse de la mayoría, por lo que optaron por hacer colaboraciones estratégicas con hoteles. Esta alianza, en la que se pagó solo por ventas conseguidas, fue ideal para ambas partes: los huéspedes del hotel siempre necesitaban cubrir sus necesidades de transporte.
Las colaboraciones estratégicas pueden ser una excelente manera de mejorar la rentabilidad de la empresa mediante el marketing, siempre y cuando se escojan los socios adecuados y se establezcan objetivos claros y realistas.
En conclusión, la rentabilidad de una empresa puede ser mejorada mediante la implementación de diversas estrategias, como las mencionadas anteriormente. Es importante que una empresa identifique cuáles son las estrategias más adecuadas para su situación particular y las implemente de manera efectiva para lograr sus objetivos financieros.