El coste de la vida y las condiciones de aglomeración de París están ahuyentando a los residentes, lo que ha provocado un descenso de 122.919 habitantes en la última década, según la agencia estadística francesa INSEE.
Esta tendencia se revela en una serie de seis artículos titulada The flight of parisians (La huida de los parisinos), publicada por el diario Le Parisien. Actualmente, la población de París ha caído por debajo de su nivel del año 2000.
La serie señalaba que, si bien el Covid-19 aceleró las salidas, éstas se vienen produciendo desde hace casi una década. Muchos de los que se marchan eligen los barrios periféricos o el campo de los alrededores de París, o se trasladan a ciudades más pequeñas de Francia, como Burdeos, Lyon y Toulouse.
Este éxodo ha repercutido en las escuelas, donde el número de alumnos ha descendido un 20%, al tiempo que ha dificultado la supervivencia de las empresas locales.
La alcaldesa Anne Hidalgo insistió en que el descenso de población es positivo porque aliviará la masificación en el centro de la ciudad y mejorará la calidad de vida, según Le Figaro. Hidalgo, que ha hecho de la creación de más espacios verdes parte de su agenda, afirmó que menos gente y coches dejarán espacio para más parques.