BAE Systems registró en el conjunto de 2022 unos beneficios netos atribuidos de 1.591 millones de libras (1.806 millones de euros), lo que implica una contracción del 9,5% respecto a las ganancias de 1.758 millones de libras (1.995 millones de euros) de 2021, según ha informado la compañía británica de armamento y aeroespacial.
En cuanto a los ingresos, estos se situaron en 21.258 millones de libras (24.124 millones de euros) y representan un incremento del 8,9% comparado con el volumen de negocio de 19.521 millones de libras (22.153 millones de euros) del año previo.
Del total de ingresos, el 29,4% procede de la venta de equipos aéreos, el 23,2% por la comercialización de sistemas electrónicos, el 20,8% por servicios marítimos, otro 16,7% viene de la división de plataformas y servicios y el 9,8% restante por trabajos cibernéticos y de inteligencia. Entre los principales clientes están los Estados Unidos (47,8% de los ingresos), Reino Unido (20,3%) y Arabia Saudí (11,9%).
Por otro lado, los costes de actividad se encarecieron un 8,6% durante el ejercicio fiscal, hasta los 19.269 millones de libras (21.889 millones de euros).
BAE Systems ha informado de un dividendo final de 0,166 peniques (0,19 euros) por acción, que, de contar con el beneplácito de los accionistas, será abonado el 1 de junio. La compañía dará la opción de permutar por más acciones la cantidad equivalente que se obtendría en liquidez.
«En 2023, pronosticamos un crecimiento sólido, continuaremos expandiendo nuestros márgenes, mejoraremos la rentabilidad de nuestras acciones y, también, incrementaremos nuestros objetivos trianuales de liquidez. Todo ello demuestra que nuestro negocio tiene buenas perspectivas de cara al futuro», ha señalado el director del grupo financiero de BAE Systems, Brad Greve. Además, BAE estima que, para este año, las ventas se ampliarán entre un 3% y un 5%.