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Potente, limpio y eficiente: así es el supermotor diésel que Mazda estrena en el CX-60

Tras el lanzamiento del híbrido enchufable CX-60 PHEV, la firma japonesa apuesta por una alternativa de gasóleo para atender las necesidades de clientes que buscan un vehículo eficiente que cubra grandes distancias, con etiqueta ECO de la DGT y tenga una gran capacidad de remolque.
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Desde finales de 2022, Mazda tiene un nuevo buque insignia: hablamos del SUV CX-60 PHEV, el primer modelo híbrido enchufable de la firma japonesa. No conforme con eso, la compañía lleva ahora su oferta mecánica mucho más allá y lanza una versión diésel equipada con un nuevo motor e-Skyactiv D, definido por la propia casa de Hiroshima como «potente, limpio y eficiente». O dicho con otras palabras: la empresa apuesta por una alternativa de gasóleo que responde a su estrategia «multisolución» con el único objetivo de atender las necesidades de clientes que buscan un vehículo eficiente para cubrir grandes distancias y con una gran capacidad de remolque.

Tras el lanzamiento del híbrido enchufable CX-60 PHEV, la firma japonesa apuesta por una alternativa de gasóleo para atender las necesidades de clientes que buscan un vehículo eficiente que cubra grandes distancias, con etiqueta ECO de la DGT y tenga una gran capacidad de remolque.

Es más, en los próximos tres años Mazda introducirá cinco nuevos productos electrificados con su arquitectura multisolución; mientras que más allá de 2025, la marca lanzará su nueva arquitectura escalable Skyactiv, ideada específicamente para vehículos de batería y con una tecnología propia que le permitirá construir modelos eléctricos para todos los segmentos empleando una misma plataforma común.

Un motor diésel de 3.3 litros e hibridación ligera

La nueva motorización e-Skyactiv D es un seis cilindros en línea de 3.3 litros. Y su avanzada tecnología de combustión, altamente innovadora y con emisiones ultra reducidas, podría convertirse en una de las mecánicas diésel más limpias del mundo. De hecho, el equipo de Mazda está convencido de que «cumplirá con holgura los reglamentos sobre emisiones que entrarán próximamente en vigor».

El quid de la cuestión reside en la combinación de dos soluciones técnicas que ya conseguirían grandes resultados por sí mismas. La primera, el sistema híbrido ligero de 48 V Mazda M Hybrid Boost, que respalda unas prestaciones excelentes y un consumo de combustible muy ajustado y que, aviso a navegantes, se traducirá en la etiqueta ECO medioambiental de la DGT en el mercado español. La segunda, la altamente innovadora tecnología de combustión DCPCI (Distribution-Controlled Partially Premixed Compression Ignition, o encendido por compresión controlado por la distribución con premezcla parcial), que sube la apuesta tanto de la eficiencia del motor como de las emisiones y los consumos.

Dos versiones de potencia: 200 Y 254 CV

Dos tecnologías que, según Mazda, contribuyen de forma notable a la gran autonomía del CX-60, la sensación de potencia que transmite y su bajo gasto en consumo (se dice que es de los mejores del mercado). La nueva unidad se ha dimensionado cuidadosamente, optimizando la cilindrada para mejorar tanto la eficiencia de entrega de par como los consumos. De ahí esos tan generosos 3283 centímetros cúbicos de cilindrada, seis cilindros instalados longitudinalmente e inyección directa controlada electrónicamente a través de un sistema common rail. Además, se presenta en dos versiones de potencia: 200 CV, para la versión con tracción trasera, y 254 CV, para la versión con tracción integral Mazda i-Activ AWD.

De esta manera, el CX-60 e-Skyactiv D de 254 CV acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 7,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 219 km/h, cuando su consumo medio WLTP es de tan solo 5,3 l/100 km y las emisiones de CO2 de apenas 139 g/km. Por su parte, el consumo medio WLTP de la variante de 200 CV es de solo 5,0 l/100 km, con emisiones de 128 g/km de CO2.

Y una arquitectura de seis cilindros en línea

Que la marca se haya decantado por una arquitectura de seis cilindros en línea también tiene su explicación: se debe a la menor generación de vibraciones. Según la firma japonesa, la conducción resulta suave y silenciosa, mientras que el sonido del motor es agradable y limpio. Gracias a su elevada entrega de par, el CX-60 (equipado con este nuevo supermotor diésel) puede manejar sin dificultad un remolque de 2500 kilos. Además, como la estructura del motor es más sencilla, su peso es similar al del propulsor diésel de cuatro cilindros y 2.2 litros Skyactiv D, utilizado en el CX-5.

Dentro de un tiempo, la gama del Mazda CX-60 se redondeará con un motor de gasolina e-Skyactiv de 3.0 litros, también de seis cilindros en línea y con etiqueta ECO, que se sumará al e-Skyactiv D y al híbrido enchufable e-Skyactiv PHEV que mencionábamos líneas arriba. Y, para mas inri, a lo largo de este año la firma tiene previsto lanzar el nuevo modelo Mazda CX-80, otro SUV aún más grande con tres filas de asientos.

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