Economía

Agroindustria, construcción y turismo podrían impulsar la economía de Centroamérica en 2023, según el BID

El aumento de la producción en los sectores de agroindustria, construcción y turismo representa una «importante oportunidad» para reactivar la economía de República Dominicana, México o los países de Centroamérica en 2023, debido a la «significativa» cantidad de bienes intermedios que demandan del resto de sectores y el peso que representan estas tres áreas en estos países, con un promedio de 22% de la producción de la región.

Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del informe económico sobre Centroamérica, México, Panamá y República Dominicana titulado ‘Oportunidades para impulsar la producción, el empleo y las cadenas de valor’, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el que se han identificado los sectores con mayor potencial para generar empleo y crecimiento en la región.

Así, entre las estrategias que deben llevar a cabo estos países para reactivar su economía cabe destacar el impulso a determinados sectores que, al aumentar su producción, tienen un importante impacto en la generación de empleo y los salarios, entre los cuales están el agropecuario, silvicultura y pesca, turismo, comercio y educación.

Además, el BID ha apuntado que sería positivo promover un sistema financiero «eficiente» y contar con unos servicios profesionales complementarios para los negocios de alta calidad y con habilidades técnicas y científicas.

Por su parte, como vía para atenuar la volatilidad de la demanda internacional, el organismo también recoge en su informe distintas oportunidades de exportación que permitirián a los países de Centroamérica una integración «mejor» en las cadenas globales de suministro. En este sentido, se mencionan los bienes agropecuarios, los productos textiles de mayor complejidad, la maquinaria, los equipos electrónicos o la industria de los medicamentos.

ENTORNO DE BAJO CRECIMIENTO EN 2023

El informe también detalla el contexto macroeconómico de la región en el 2022, año en el que el PIB creció en promedio un 5,7% y se mostró «resiliente» gracias a la recuperación en el turismo, las remesas, y exportaciones menos volátiles en productos agropecuarios. Por su parte, el empleo formal se recuperó para octubre de 2022, situándose un 5% por encima de su nivel prepandemia.

No obstante, para 2023 se prevé un entorno de menor crecimiento, con unos precios todavía por encima de la meta y los tipos de interés en niveles elevados, lo cual supone «un desafío» para la región en materia de pobreza y seguridad alimentaria. «La respuesta de los países es esencial para coordinar las medidas ante esos desafíos, fomentar una reactivación económica y recuperar los avances en desarrollo», ha explicado el BID.