La Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) preparan un recurso contra el impuesto temporal a la banca con el que el Gobierno prevé recaudar 3.000 millones de euros entre 2023 y 2024, según han informado fuentes financieras a Europa Press.
En concreto, las organizaciones están ultimando un recurso que se presentaría ante la Audiencia Nacional y que podría estar listo esta misma semana. Impugnará la orden ministerial publicada por el Ministerio de Hacienda a principios de febrero y en la que se facilitan los modelos de declaración y pago anticipado del impuesto. En cambio, la liquidación del pago del impuesto deberá correr por cuenta de cada entidad.
Para presentarlo, las patronales se basarán, principalmente, en el dictamen que el Banco Central Europeo (BCE) publicó a principios de noviembre de 2022, en el que se cuestionaban distintos aspectos del gravamen al considerar que podría llegar a poner en peligro una transmisión fluida de las medidas de política monetaria, añadiendo que el importe del mismo podría no ser proporcional a la rentabilidad de las entidades y expresando la importancia de que pueda repercutirse a los clientes.
Además, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), José Manuel Campa, afirmó, en un acto organizado el pasado mes de enero, que este impuesto no tendrá un impacto neto sobre la solvencia del sector por el buen momento que atraviesa la banca, si bien reconoció que la tasa tendrá un impacto negativo, ya que «es menos dinero que se queda en la industria y menos posibilidades de obtener solvencia».
Igualmente, las patronales bancarias podrían pedir medidas cautelares que suspendiesen de forma temporal la aplicación del gravamen, según informa el diario ‘El País’, que adelanta este lunes la noticia del recurso.
BENEFICIOS «EXTRAORDINARIOS»
Este tributo, frente al temporal impuesto para las energéticas, entró en vigor a finales de 2022 con el objetivo de gravar los principales ingresos que la banca ha obtenido en el ejercicio pasado y empezar a recaudar en 2023. El objetivo del Gobierno es recaudar 3.000 millones de euros entre 2023 y 2024, es decir, 1.500 millones de euros cada año.
El nuevo impuesto temporal a la banca grava al 4,8% los intereses y comisiones de todas las entidades que facturen más de 800 millones en 2019 y se circunscribe a la actividad que las entidades desarrollen en España.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha justificado esta medida ante los beneficios «extraordinarios» que la banca ha conseguido y obtendrá por las subidas de tipos que el BCE está aplicando para frenar la elevada inflación.
RECURSO DE LAS ENTIDADES
Los seis bancos cotizados del Ibex 35 serán sobre las que caiga gran parte del esfuerzo del impuesto, ya que deberán abonar hasta 1.200 millones de euros este año. CaixaBank, con 400 millones de euros, será la entidad más afectada por la medida, mientras que Santander calcula un impacto de entre 220 y 230 millones y BBVA, un pago de 225 millones de euros este año.
Por otro lado, Banco Sabadell informó de que su previsión para este impuesto era una aportación de 170 millones de euros, mientras que Bankinter considera que su ‘factura’ con el Estado por este impuesto será de entre 80 y 100 millones de euros.
En cuanto a Unicaja Banco, la entidad no ha informado públicamente de la previsión que maneja sobre la cuantía que tendrá que abonar. No obstante, la estimación realizada por Europa Press arroja un pago de unos 76 millones de euros.
Respecto a la posibilidad de recurrir por parte de las entidades a título individual, solo Bankinter ya ha anunciado que lo hará, mientras que el resto se ha mostrado prudente a la hora de adelantar posibles pasos judiciales.