En la inmensidad azul del Atlántico, la madre naturaleza creó una tierra repleta de belleza natural y que espera a que la exploren: el archipiélago de las Azores, sinónimo de relax, turismo sostenible y wellness.
Situado en el valle de Furnas, en el interior de la preciosa isla de São Miguel –la mayor de las nueve que componen el archipiélago–, el Terra Nostra Garden Hotel**** destaca por su estilo Art Deco romántico y su privilegiada ubicación, pues desde lo alto del mirador Pico do Ferro se puede ver que el valle es en realidad un cráter de siete kilómetros de diámetro, en cuyo interior está el pueblo de Furnas y este magnífico hotel.
Sus elegantes 86 habitaciones –con televisor de pantalla planta, minibar y aire acondicionado– y estancias, entre las que destacan las piscinas cubiertas y al aire libre, harán de tu estancia algo inolvidable.
Los huéspedes tienen acceso a wifi y parking gratuitos y a servicio de habitaciones durante su estancia.
Rodeado de aguas termales
El Parque Terra Nostra, que rodea al hotel, es sin duda el refugio perfecto para relajarse. Además de su gran colección de camelias y otras especies raras, es mundialmente conocido por su piscina termal: llena de agua volcánica de las termas a una temperatura constante de 40°C, rica en hierro y otros minerales muy beneficiosos para la piel.
Esta piscina, que proporciona una relajación total e inigualable, no es lo único que seduce a los visitantes. En el parque también puedes encontrar algunos tesoros arquitectónicos de inspiración romántica, como la Avenida das Ginkgo Biloba.
El acceso al Parque es gratuito para los huéspedes de Terra Nostra Garden Hotel****, pudiendo disfrutar de un inolvidable baño termal a cualquier hora del día.
Gastronomía local
El nuevo restaurante Terra Nostra ofrece un menú delicioso compuesto por platos de cocina local maridado con una amplia gama de opciones de vinos.
Así, Terra Nostra Garden Hotel destaca los productos de las Azores, centrándose en la experiencia Furnas Cozido, comida sostenible completamente cocinada bajo tierra con el calor de las aguas termales volcánicas.