La compañía de gestión de inversiones BlackRock aumentó en 2022 sus gastos para hacer ‘lobby’ en los Estados Unidos por las repercusiones derivadas de tomar en consideración factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) a la hora de invertir, informa el diario ‘Financial Times’.
Los gastos en cabildeo aumentaron un 63% en 2022 hasta los 2,4 millones de dólares (2,21 millones de euros) a nivel nacional por la presión ejercida por políticos republicanos de Florida y Texas, que consideran que BlackRock era «hostil» a la industria de los hidrocarburos.
Por este motivo, el Estado de Texas ha instado a desinvertir de la compañía por considerar que los criterios ESG lesionan los intereses energéticos del Estado. Florida, por su parte, retiró 2.000 millones de dólares (1.842 millones de euros) de BlackRock en 2022 por los ESG, si bien el fondo de pensiones estatal continúa sirviéndose de los servicios de BlackRock.
Precisamente, ha sido en estos dos estados donde el fondo de inversión más grande del mundo ha expandido su presencia, contratando a cinco lobistas en Texas y dos en Florida cuando en 2020 no contaba con ninguno.