El gasoducto Trans Adriatic Pipeline (TAP), participado por Enagás, ha activado ya el primer nivel de expansión de esta infraestructura, que asignará 1,2 bcm (billion cubic meters) al año de capacidad incremental a través de contratos a largo plazo a partir de 2026, que se suma a los 10 bcm al año actuales de capacidad.
Se espera una segunda fase vinculante durante 2023 con el objetivo de aumentar la capacidad del gasoducto hasta los 20 bcm en 2027.
Enagás acordó la pasada semana con la suiza Axpo la compra de un 4% del TAP por un importe de 168 millones de euros, con lo que la gasista, que ya posee un 16%, eleva su participación total en esta infraestructura hasta el 20%.
El grupo ha destacado que con esta operación refuerza el cumplimiento de su objetivo de contribuir a reforzar la seguridad de suministro energético y a la descarbonización en Europa, como anunció en la presentación de su plan estratégico 2022-2030.
Tras el cierre de esta operación, Enagás tendrá un 20% en TAP, el mismo porcentaje que la británica BP, la azerí SOCAR, la italiana Snam y la belga Fluxys. Ésta última también ha alcanzado este porcentaje después de un acuerdo de adquisición del 1% a Axpo.
Con estas dos operaciones de compra a Axpo por parte de Enagás (4%) y de Fluxys (1%), la compañía española ha subrayado que se refuerza el rol de los operadores europeos en esta infraestructura estratégica para la Unión Europea, «lo que facilita el avance en sus objetivos de seguridad de suministro y de descarbonización», ha añadido.
El gasoducto Transadriático es una infraestructura de 878 kilómetros de longitud, que recorre Grecia, Albania, el mar Adriático e Italia. Es el tramo europeo del ‘Southern Gas Corridor’ y transporta gas natural procedente de Azerbaiyán hasta Italia, Grecia y Bulgaria.
Desde el inicio de sus operaciones comerciales en noviembre de 2020, esta infraestructura ha tenido una disponibilidad del 100% y ha transportado a Europa 18 bcm de gas natural.
TAP está incluida en el mapa del ‘European Hydrogen Backbone’, iniciativa que involucra a 31 operadores europeos de 28 países europeos que impulsan una futura red de hidrógeno en la UE, y podría adaptarse para el transporte de hidrógeno verde, uniendo los puntos de producción y consumo a lo largo de su trazado, y contribuyendo de este modo a los objetivos de descarbonización de Europa.
Enagás ha precisado que la operación de compra está sujeta al cumplimiento de las condiciones suspensivas habituales con respecto a este tipo de operaciones.