La empresa estadounidense de telecomunicaciones AT&T registró en el conjunto de 2022 unas pérdidas netas atribuidas de 8.524 millones de dólares (7.835 millones de euros) tras la creación de DIRECTV, que contrastan con los beneficios registrados en 2021 de 20.081 millones de dólares (18.457 millones de euros).
La segregación de la división de vídeos y televisión de la compañía para que sea gestionada por DIRECTV, una nueva empresa creada al 70% entre AT&T y al 30% por el fondo TPG Capital, ha incrementado el capítulo de gastos por reestructuración de los 213 millones de dólares (196 millones de euros) de 2021 hasta los 27.498 millones de dólares (25.275 millones de euros) del pasado ejercicio.
En cuanto a los ingresos, en 2022 alcanzaron los 120.741 millones de dólares (110.978 millones de euros), lo que supone una caída del 11% respecto a los de 2021.
Sobre el cuarto trimestre de 2022, los pérdidas netas alcanzaron los 23.517 millones de dólares (21.615 millones de euros), frente a los beneficios anotados un año antes de 5.043 millones de dólares (4.635 millones de euros).
Por su parte, los ingresos en el cuarto trimestre fueron de 31.343 millones de dólares (28.809 millones de euros), un 0,8% más interanual.
«Según comienza 2023, confío en la trayectoria seguida por nuestro negocio y en la habilidad de nuestros empleados para generar un crecimiento prolongado y productivo para nuestros accionistas», ha dicho John Stankey, consejero delegado de AT&T.