El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, ha defendido este martes que deberían gobernar PP o PSOE en solitario tanto en la Comunitat como en España: «No me gusta estar en manos de partiditos que solo dicen no, no y no para hacerse importante, buscar bronca y conflicto y hacerse necesarios».
Así lo ha manifestado en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, tras la presentación del presidente de Mercadona, Juan Roig, al ser preguntado por sus preferencias para las elecciones autonómicas y generales de 2023.
Boluda ha insistido en rechazar «estar en manos de partidos raritos», y ha asegurado que le daría igual siempre que fuera «uno u otro del famoso bipartidismo»: «No sé quién va a ganar, espero que lo haga bien y no necesite ningún partido pequeño para gobernar».
«Estos partidos (PSOE y PP) son muy distintos cuando pueden gobernar solos y de manera tranquila que cuando tienen que estar pactando todas las chorradas que les hacen hacer», ha aseverado, y ha comentado que le encanta el sistema francés o el americano de segunda vuelta electoral.
Preguntado por la reaparición del ‘expresident’ Eduardo Zaplana en televisión y por si puede afectar al PPCV de Carlos Mazón, Boluda ha afirmado que «el Partido Popular tuvo una faceta de corrupción» reconocida por «todos», algo que ha achacado a sus «excesivos años en el poder» y a que «algunas personas no tenían decencia».
Cuestionado por si ve riesgo de «catalanizar» la Comunitat, ha rechazado que haya «algún partido» que quiera «fomentar un enfrentamiento». «Los catalanes son hermanos nuestros pero hay diferencias importantes, empezando por nuestro himno y por otras muchas más cosas», ha sostenido, y ha rechazado «forzar la maquinaria».
Por otro lado, el naviero ha cargado contra el Ayuntamiento de València porque la Copa América de Vela se celebrará finalmente en Barcelona, una decisión por la que a su juicio «habría que preguntar» al alcalde Joan Ribó.
«EL PUERTO PUEDE AHOGARSE CON SU ÉXITO»
También ha vuelto a urgir a la finalización de la ampliación norte del puerto de València, afirmando que «es una realidad desde 2011» y ahora «hay que rellenar una terminal». «El Puerto puede ahogarse con su éxito porque se puede colapsar y, cuando eso pasa, las líneas huyen», ha alertado, y ha descartado ceder su puesto en el consejo de administración de Valenciaport porque no tiene «ninguna incompatibilidad de ningún tipo».
Respecto al Corredor Mediterráneo, Boluda ha reconocido que su construcción «avanza con impulso fuerte», aunque no a la velocidad que desearía, y ha asegurado que se habría retrasado a «2050 o 2060» si no hubiera impulsado desde 2016 el movimiento ‘Quiero Corredor’ porque estaba cansado de que les «tomaran el pelo gobiernos de diferente signo político».
En cuanto al trasvase Tajo-Segura, a la espera de que el Gobierno apruebe los planes hidrológicos que incluyen su recorte, ha apelado a «ser solidarios en todo» y a derivar agua donde sea necesaria, «siempre respetando el tema ecológico pero con informes técnicos».
«Hay cosas que son de todos los españoles: es como si en Valencia cobráramos a los castellano-manchegos por venir a las playas», ha ilustrado, para exigir que los gobernantes «se dejen de andar con zarandajas» e impulsen un plan hidrológico estatal.
En materia fiscal, ha lamentado que «en Valencia te crujen a impuestos» y ha abogado por una rebaja fiscal «con cabeza» que no desincentive la inversión. Además, ha rechazado la tasa turística que se aplicará a partir de 2024 de forma voluntaria por cada ayuntamiento, aunque ha remarcado que a él le «da igual» porque no se aloja en un hotel en la Comunitat.
VE UN FUTURO «ESPERANZADOR» PARA LA COMUNITAT
En general, el empresario ha augurado que la Comunitat Valenciana tiene un futuro «esperanzador» y ha destacado que su empleo crece más que la media estatal, aunque ha pedido controlar su deuda «desmesurada» y su gasto público.
A lo largo de su intervención inicial, en la que se ha reivindicado como «hijo del Cabañal», ha mostrado su preocupación por «un modelo educativo que empobrece culturalmente», ha llamado a conseguir un «bilingüismo real» en castellano e ingles y se ha mostrado «desolado porque no haya memoria de la Transición».