Si te estás planteando dar el salto del trabajo por cuenta ajena al trabajo por cuenta propia, sentirás una mezcla de emoción e incertidumbre.
Empezar un nuevo negocio desde cero es una perspectiva que asusta a muchos, ya que encierra varias incógnitas. Para ello, lo mejor es elaborar un plan basado en tu situación actual. Empieza donde estás y utiliza lo que tienes para que la transición sea más fácil y menos desalentadora.
Estas son cinco formas sencillas de pasar de empleado por cuenta ajena a autónomo:
Desempeñar tu actual trabajo como autónomo
Una opción es desempeñar la misma función que desarrollas actualmente, para la misma empresa, pero como autónomo en lugar de por cuenta ajena. Puede que el contrato se base en un número concreto de días al mes o, mejor aún, en una serie de resultados específicos.
Lo que le importa a tu actual empleador no es el número de horas que haces, sino la producción o los resultados que obtienes y la calidad de tu trabajo. Si sabes que tu trabajo te exige menos de cuarenta horas semanales, estudia si puedes convertirlo en un contrato. No sólo te liberará tiempo para buscar otros clientes, sino que podrás aprovecharlo mejor y conseguir más con menos.
Eliminar los aspectos mundanos del empleo puede ser eficiente y más agradable. Decir no a las reuniones de equipo, a las revisiones y evaluaciones de rendimiento y a la necesidad de fichar a una hora determinada puede ser la flexibilidad que buscas. Este pequeño paso puede dar lugar a grandes saltos y a nuevas oportunidades. Si abordas la conversación de la manera adecuada, tu jefe entenderá las ventajas de no tenerte como miembro de la plantilla.
Únete a los mercados de autónomos
Suponiendo que quieras seguir en tu campo actual, podrías unirte a mercados de autónomos en los que construyes una base de clientes a partir de clientes potenciales. People Per Hour, Fiverr, Upwork, 99Designs y muchos otros te permiten presentarte con tus habilidades y conseguir trabajo por proyectos o de forma continuada.
Especialmente eficaz para puestos como el de diseñador o redactor, este enfoque implica que te apoyes a ti mismo para conseguir clientes y te esfuerces en crear un perfil impresionante, con ejemplos de trabajos y referencias. Una vez hecho esto, podría ser una fuente abundante de futuros clientes. Conseguir los primeros dará lugar a reseñas en la plataforma, lo que atraerá a más gente a hacer consultas.
Sean cuales sean tus habilidades, sea cual sea tu sector, hay empresas y particulares que las buscan. Exponte para que te encuentren. Configura tus perfiles sin entregar tu renuncia, y luego haz la transición al autoempleo cuando tu carga de trabajo lo dicte.
Trabaja como socio de otros autónomos
¿Quieres hacer el trabajo pero no el desarrollo del negocio? En lugar de centrarte en buscar clientes para ti mismo, crea relaciones con personas que hagan el mismo trabajo y que quizá tengan demasiado. Los proveedores de servicios ocupados sólo tienen un número limitado de horas a la semana, y puede que estén encantados de pasarte clientes de marca blanca, o por una comisión como intermediario.
Busca colaboradores, no competencia. Alguien que hace exactamente lo mismo que tu podría ser tu mayor fuente de ingresos si te pones en contacto con él en el momento adecuado. No temas hacer la pregunta; nunca se sabe adónde puede llevarte.
Los profesionales autónomos experimentados suelen buscar formas de ganar más dinero y tener más impacto sin simplemente trabajar más. Confía en que tu propuesta es una situación en la que todos ganan y sé excepcional en cada interacción con ellos. Te mirarán a través de los ojos de sus clientes, así que asegúrate de impresionarles.
Conviértete en contratista de otras empresas
Además de preguntar a tu empleador actual si podrías contratarle, haz una lista de empresas similares a las que también podrías dirigirte. Los diseñadores gráficos, por ejemplo, podrían recibir trabajo regularmente de varias agencias. Lo mismo ocurre con los profesionales de la televenta, el desarrollo empresarial, los recursos humanos y los expertos jurídicos.
Contar con varias empresas que conozcan tu estilo y te pasen trabajo hará que tus semanas sean variadas y flexibles. Te da libertad sobre tu tiempo y sobre los trabajos que aceptas.
Empieza con proyectos pequeños y ve aumentando. Pregunta por el exceso de trabajo y estudia si puedes echar una mano, luego demuestra tu valía y consigue comisiones mayores. Los proveedores de confianza valen su peso en oro, y ser el contratista favorito de todos tus clientes hará que el trabajo siga fluyendo.
Conoce tu cartera de clientes ideal antes de empezar. ¿Un día a la semana para cinco clientes distintos o un trabajo menos regular con más? ¿Quizá algo intermedio? Recopila recomendaciones y sigue conociendo nuevas empresas hasta que tengas la cantidad ideal de trabajo para tus objetivos de ingresos y estilo de vida.
Crea una oferta de afiliación o retención
¿Podría tu actividad adoptar la forma de una afiliación? Imagina que un asesor jurídico crea un club de 99 dólares en el que las empresas pueden recibir asesoramiento ad hoc a cambio de un pequeño anticipo mensual. Además de atender sus llamadas, les envía resúmenes útiles y se adelanta a los problemas que puedan surgir. ¿A cuántos clientes podrías atender y cuánto valor podrías aportar?
Este modelo de negocio podría funcionar bien en múltiples áreas de trabajo. Recursos humanos, contabilidad, diseño gráfico, investigación e inteligencia. Elabora un mapa mental de tu club de socios y de lo que reciben sus miembros.
Establece tus objetivos de ingresos y trabaja hacia atrás a partir de ahí, para determinar los socios necesarios y la cuota mensual. Intenta añadir diez veces más valor para que el coste para los suscriptores no sea un problema. Piensa en lo que puedes añadir. Piensa en los beneficios a los que accederán tus clientes al formar parte de tu club. Pregunta a tu empleador actual y a tus clientes actuales. Tener acceso a su sabiduría de forma regular podría ser exactamente lo que necesitan.
Estas son cinco formas de pasar del empleo al autoempleo sin empezar de cero, para que puedas dar el primer paso ahora mismo. Si aún no estás seguro, piensa en el peor de los casos y en lo que harías si se hiciera realidad. Es muy probable que, mientras no quemes ningún puente, aún puedas volver, en cuyo caso no hay razón para no intentarlo. ¿Podría ser una de estas opciones la que has estado buscando?