El controvertido multimillonario presentó el mes pasado su tercera candidatura a la Casa Blanca, pero esta vez contando con un declinante apoyo político. Pues varias encuestas recientes revelaron que su posición entre los votantes republicanos había caído en picado, con el índice de aprobación más bajo desde 2015. Ante esta realidad indeseada para el exmandatario, y con el objetivo de volver a poner el foco social y mediático en su persona, decidió patrocinar su candidatura mediante una nueva acción estratégica anunciada el miércoles a través de Truth Social, su nuevo espacio social tras ser expulsado de Twitter. El texto, de corte sarcástico, decía lo siguiente: «América necesita un superhéroe», junto a la promesa de que un gran anuncio estaba por llegar.
Pues bien, cuando la realidad vuelve a superar a la ficción en el universo de Trump, la gran revelación que había prometido para el 15 de diciembre se trataba de la venta de cromos digitales coleccionables con su imagen estampada en cada uno de ellos. Una serie de NFT coleccionables recopilada bajo el título de
Trump Digital Trade Card, en los que aparece caricaturizado como superhéroe, cowboy, militar o deportista de élite, entre otros personajes. «¡Estas tarjetas de edición limitada muestran increíbles ARTES de mi vida y de mi carrera!», rezaba el post.
El anuncio iba acompañado de un vídeo promocional en versión animada de sí mismo frente a la Torre Trump de Nueva York, en el que se abría la camisa para mostrar un traje de superhéroe con la letra T, mientras proyectaba rayos láser con su mirada. Una pieza audiovisual, concebida como su primer acto electoral de cara a las presidenciales, con la que entraba de lleno en el mundo del cómic con un discurso en el que convertía a Lincoln o Washington en los antagonistas o villanos de su historia, afirmando que sus cuatro años en la Casa Blanca habían sido “mucho mejores” que los suyos.
Sobre la colección de NFTS
Las tarjetas virtuales de la colección, vendidas a 99 dólares por unidad, formaron parte de una activación para recaudar fondos, no para invertirlos en su campaña electoral de 2024, si no por y para su propio beneficio. Se trata de un caso suspendido en el vacío legal, ya que los cromos no cuentan con licencia y son
propiedad de NFT INT LLC, no de Trump o de su Organización.
Los 45.000 cromos que se pusieron a la venta el jueves estaban conectados a la red blockchain de Polygon, y podían adquirirse mediante Ethereum o con tarjeta de crédito. Un tipo de pago en criptomonedas ya de por sí disruptivo teniendo en cuenta que la industria del dinero virtual está sumida en el caos y la decadencia extrema, con una reciente caída del 97% del volumen de negociación de NFT.
A pesar de ello, los cromos virtuales se agotaron en menos de 24h, ya no sólo por su “valor artístico”, sino por el contenido “memeificante” de su propuesta, y el incentivo de que sus compradores participaban asimismo en un sorteo con la posibilidad de ganar premios como una cena de gala, un partido de golf con el
propio Trump o participar en un cóctel de grupo en Mar-A-Lago. Para el sábado, cuando ya se habían agotado, Trump había percibido un retorno aproximada de unos 4,5 millones de dólares.
El efecto bipartidista
El negocio de NFTs por parte de Trump volvió a provocar un revuelo socio-político del que surgió toda una oleada de detractores incluso de dentro del propio partido conservador. Desde cómicos hasta republicanos de alto nivel: «Quienquiera que le dijera a Trump que hiciera esto debería ser despedido», publicaron en Twitter Keith y Kevin Hodge, dos cómicos que apoyan fervientemente a Trump. “Cuando todos los patriotas buscan esperanza para el futuro de nuestro país y Trump exalta a todos con ‘un gran anuncio’, entonces
saca un vídeo sobre una colección de NFT de baja calidad que solo aleja a la gente”, añadieron a colación.
Por otro lado, el reconocido autor Philip Bump escribió en The Washington Post que esto se trataba de algo irresistible para Trump, “un tipo que usó su nombre para vender de todo, desde filetes hasta agua”, así como que estaba perdiendo toda la narrativa.
Steve Bannon, comentarista de derechas y antiguo estratega jefe de Trump, declaró asimismo en su podcast War room: «Ya no puedo con esto […] es uno de los mejores presidentes de la historia, pero debo deciros, sea cual sea el socio comercial, cualquiera en el equipo de comunicación…debe darles el finiquito”.
Dentro de esta reacción opositora de opiniones diversas, como la de que esta venta formaba parte de un plan para financiar todas las batallas legales en las que está envuelto Trump, incluso Joe Biden quiso pronunciarse al respecto. Eso sí, siguiendo la estela cómica de la acción. El actual presidente de EEUU twitteó entonces que él también había hecho «algunos ANUNCIOS IMPORTANTES en las dos últimas semanas», entre ellas, la reducción de la inflación y la firma de un proyecto de ley de protección del matrimonio.