Antonio Martínez Rivas (70 años), el icónico ‘doctor de juguetes’ de España, se despide del negocio al que ha dedicado gran parte de su vida: RIMAR Hospital de Juguete (calle Granada 36), uno de los locales más representativos y curiosos de la zona de Pacífico, en Madrid.
Martínez, que lleva más de cuatro décadas arreglando y vendiendo juguetes llenos de historia, cerrará el local por jubilación el 31 de diciembre. Aunque ya no recibe más encargos, actualmente se encuentra preparando los últimos detalles para el cierre, como la venta de diferentes piezas que aún tiene en su local (algunos juguetes que se encuentran en peligro de extinción) y terminando de reparar lo que le queda pendiente.
El negocio fue fundado por sus padres en 1945 en el barrio de Tetúan, en la época de posguerra. Al principio era enteramente una fábrica de juguetes artesanales elaborados con hojalatería, resinas o madera. Pero a principios de 1950, con el auge del plástico y los constantes cierres a las tiendas de juguetes en la Comunidad Valenciana, de donde la familia obtenía materiales, optaron por solo reparar juguetes. Martínez heredó oficialmente el negocio familiar en 1985.
A lo largo de todos estos años, la familia Martínez Rivas ha trabajado en la reparación de juguetes de diferentes fabricantes como Jyesa, Payá, Toyse, Nikko, Mattel, entre otros. Además de reparar los juguetes de cientos de particulares (nacionales e internacionales) que acudían al local.
En su hospital de juguetes, Martínez se ha desempeñado como artesano, reparador, restaurador, ingeniero electrónico y diseñador. Elementos que le han ayudado a darle una nueva vida a cualquier juguete, ya sea antiguo y artesanal, como las muñecas de papel, madera o peluches; o modernos y con elementos eléctricos, como los coches teledirigidos o patinetes. Algunos definen a Martínez como el último ‘doctor de juguetes’ del país.
Con el cierre de este legendario local empieza el fin de una era en la historia del juguete en España. No tiene algún aprendiz que continúe con el negocio después de él.
*En su tienda/taller/museo del barrio de Pacífico hay una jornada de puertas abiertas hasta el 6 de diciembre, que sirve como despedida antes de su clausura.