Las reuniones de negocios pueden convertirse en muchas ocasiones en encuentros arduos y eternos en los que la conversación no fluya y resulte inefectiva. Tanto para esos casos más controvertidos como para los más vanidosos, proponemos cinco de las mejores frases con las que poner en práctica el arte de la persuasión y lograr tus objetivos de negocio.
La idea de base consiste en insertar en el debate, de manera natural y convincente, ciertas palabras o frases con las que empoderar tu discurso, con la finalidad de convencer y hacer que toda esa narrativa derive en una reunión exitosa. Evitar las críticas o las palabras negativas puede ser igualmente relevante, así como el uso de aquellas vinculadas a la aprobación o la aceptación, según un estudio de investigación del MIIT.
Incluso si los presentes en el meeting se oponen a aquello a lo que estás tratando de convencerles, el mostrarte comprensivo y en sintonía con sus deseos y creencias, hará que puedas alcanzar concesiones o incluso replantear sus convicciones. Por ende, con la finalidad de esclarecer todo este paradigma, proponemos una lista con las mejores frases con las que convencer en una reunión de negocios, influyendo en la opinión y en el comportamiento de los presentes.
- Veamos, por ahora estamos de acuerdo en los siguientes puntos… En medio de esa proyección del poder de la oratoria, plantear lo que os une mediante la exposición de los puntos en común se convierte en una táctica eficaz con la que estructurar la conversación y convencer en primera instancia.
- Como experto en la materia, entiendo que habrá leído mucho al respecto. Pero acepte mis argumentos como una información más. ¿Sabía usted que…? La mayoría de las reuniones de negocios están habitadas por un experto del tema que se encarga de explicar nuevas medidas o cambios, generando todo un discurso verbalizado en representación del equipo. Tras su intervención, resulta idóneo nivelarse a su jerga y uso de anglicismos como una forma de darle la vuelta a la actuación, y parecer que seas tú el que posee los conocimientos del experto. En este sentido, es de igual forma conveniente recurrir al halago o al reconocimiento, y atraer el interés de la otra persona con información añadida al respecto.
- ¿Comprende las repercusiones que podríamos tener si no alcanzamos un acuerdo? En el caso de no encontrar ese punto en común que obstaculiza la conversación, el hacer ver a la otra persona que el desacuerdo no es una solución para ambos puede supone un acierto a la hora de atraerle a tu discurso o manifiesto de manera convincente.
- Lo que me ofrece es exactamente lo que necesito, pero únicamente contamos con un presupuesto de 2.000 euros destinados a este proyecto. Alcanzando ya el fin de la reunión, poner en evidencia el presupuesto para averiguar hasta que punto está dispuesta la otra persona a reducir el precio, suele llevar al “oponente” a aceptar o bajar la cifra para nivelar la jugada.
- Le estamos dando a su empresa una oportunidad exclusiva para este tipo de servicio o experiencia. Finalmente, el hecho de presentar el valor añadido supone un argumento cautivador con el que conducir el debate y/o la teoría a la acción, y cerrar por todo lo alto la negociación.
La puesta en armonía de todas esas frases o expresiones podría provocar así un profundo efecto en los presentes en la reunión, estableciendo una conexión continúa durante la conversación, para acabar prevaleciendo y/o convenciendo a través del poder de la persuasión.