Gestores especializados en compra de energía han solicitado este martes a los países del G7 a que establezcan de forma urgente el precio máximo al Brent, que se espera sea de alrededor de 60 dólares el barril. Según han explicado, en menos de un mes casi todas las empresas de la Unión Europea tendrán prohibido adquirir cargamentos marítimos de Rusia y, a día de hoy, los inventarios de combustible son ya ajustados.
Según han explicado desde la consultora Tempos Energía, los recortes en la producción de Brent por parte de la OPEP+ ya han provocado que el precio del crudo esté muy próximo a las tres cifras.
«En estos momentos la balanza está en el lado alcista», ha señalado el director general de la consultora, Antonio Aceituno, quien entiende que, «rozar ya las tres cifras supone un claro riesgo para los bolsillos, ya que el pico de la demanda estacional coincidirá con las nuevas sanciones a los suministros rusos».
Para el director general de Tempos Energía, «los países del G7 han tenido más de cuatro meses para preparar el topado al precio del brent y, ahora, podemos enfrentar un final y principio de año con el barril de brent un 26 por ciento más caro».
Aceituno ha matizado que esto se debe, por un lado, a que la OPEP+ ya ha comenzado a reducir la producción en línea con la decisión de bajar sus cuotas a los dos millones de barriles diarios. Por otro, que las sanciones europeas al petróleo ruso entrarán en vigor el 5 de diciembre y, por último, el posible aumento de la demanda China gracias a la liberación de las restricciones por la Covid. «Estos factores impulsarán el precio del brent por encima de los 120 dólares el barril, un 26 por ciento más que el precio actual».
El experto ha indicado que esta estimación alcista podría verse superada tras la decisión, por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, sobre la posible subida de los tipos de interés. Hay que tener en cuenta que, en la actualidad, Europa ha superado a Asia como principal consumidor del petróleo estadounidense por primera vez en seis años. De enero a mayo, el viejo continente adquirió a Estados Unidos cerca de 213 millones de barriles, mientras que Asia recibió 191 millones.
Se estima que la producción de crudo de EE.UU. alcance los 12,31 millones de barriles diarios en 2023, quinta revisión consecutiva a la baja, por tanto, «con altas probabilidades de ser insuficientemente como para satisfacer las necesidades tanto de Asia como de Europa», ha subrayado el director general de Tempos Energía.
DE LOS 80 EUROS A LOS 320 EL MEGAVATIO HORA
Por el contrario, los mercados eléctricos continúan dibujando una senda bajista, ha dicho Aceituno. El experto ha destacado que, de cara a diciembre hasta febrero de 2023 y coincidiendo con los tres meses más fríos del año, el Servicio Meteorológico de Alemania ha previsto una temperatura media de al menos dos grados centígrados, lo que colocaría a 2022/23 en el 33 por ciento de los inviernos más templados del período de referencia 1991-2020.
Este aumento de las temperaturas durante el invierno, facilitan que los precios del gas, con ello los de la luz, sean más suaves disipando el fantasma de la escasez. «Si todos los vectores positivos siguen alineados», ha dicho Aceituno, el gas centro europeo se mantendrá «alrededor de la cota de los 80 euros el megavatio hora, situándose el Mercado Ibérico del GAS (Migas) en los 20/30 euros el megavatio hora más competitivo. Esto provocaría que el mecanismo de ajuste desaparezca de la ecuación, con un pool eléctrico situado alrededor de los 115/130 euros por megavatio hora».
Pese a estas positivas perspectivas, el director general de Tempos Energía ha querido aclarar que «en el mercado del gas nos movemos prácticamente en el filo de la navaja, siendo altamente difícil mantener a todos los parámetros positivos alienados al mismo tiempo en una amplia ventana temporal».
De hecho, ha destacado, el presidente del regulador de energía alemana ha afirmado que «la situación podría cambiar radicalmente cuando llegue el frío y comience la extracción en los almacenamientos subterráneos». Ha advertido que «solo unos pocos días de frío intenso podrían causar un aumento dramático en el uso de gas y que los inventarios, incluso con un nivel de llenado actual del 99,6 por ciento, solo durarían de nueve a diez semanas».
A este hecho debemos añadir que «Rusia, en cualquier momento, puede decidir interrumpir por completo su suministro de gas a Europa, poniendo en juego casi 16 millones de metros cúbicos de gas, el diez por ciento del gas antes de la invasión».
Por consiguiente, «si algún parámetro de la ecuación es eliminado, aparición de un invierno con invierno, bajada en el suministro de Gas Natural Licuado por parte de los países del Golfo de Méjico o del suministro euro asiático, pondría al mercado en estado de alerta máxima, situándose de nuevo, por encima de la cota de los 200 euros el megavatio hora», ha incidido Aceituno.
El experto explica que este precio supondría un Mercado Ibérico de gas en 150 euros el megavatio hora, haciendo posible que el mecanismo de ajuste aparezca de nuevo con un precio de entre 135-140 euros el megavatio hora y un pool de 180 euros el megavatio hora. Todo ello nos llevaría a soportar un invierno con precios de la energía en los 320 euros el megavatio hora. «Este sería el escenario más pesimista», ha concluido Aceituno.