Este jueves, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presentado el paquete de medidas fiscales con el que se pretende aliviar el bolsillo de los consumidores más vulnerables con bonificaciones en el IRPF para las rentas bajas y para los autónomos y, para compensarlo, subidas a las rentas altas y un nuevo impuesto a las grandes fortunas superiores a los 3 millones.
En concreto, el Gobierno aprobará medidas en el IRPF que favorecerán a las rentas medias y bajas, elevando hasta 21.000 euros el beneficio fiscal que actualmente se aplica en las rentas de hasta 18.000 euros. Esta medida va a suponer un ahorro de 1.881 millones de euros y beneficiará al 50% de los contribuyentes.
Además, las rentas del trabajo a partir de 15.000 euros (1.000 euros más que ahora) estarán exentas del pago del IRPF. También en este impuesto, se elevará un 5% el rendimiento neto de módulos para los autónomos y se incrementa del 5% al 7% la reducción para gastos deducibles de difícil justificación en la tributación en régimen de estimación directa simplificada. Beneficiará a más de 577.000 empleados por cuenta propia, que se ahorrarán 184 millones de euros.
El paquete fiscal presentado también incluye cambios en el Impuesto sobre Sociedades: se rebaja el tipo nominal del 25% al 23% para las pequeñas empresas con una cifra de negocios inferior a 1 millón de euros. El impacto económico es de 292 millones de euros y se beneficiarán más de 400.000 empresas.
«El salario medio en España está en torno a estos 21.000 euros. Por tanto, proponemos ampliar este beneficio fiscal para el 50% de los trabajadores», ha añadido», ha dicho Montero.
Po su parte, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ha dicho «Después de muchos esfuerzos, hemos conseguido un acuerdo en fiscalidad que nos hace un país más justo y solidario. En una crisis como la actual es fundamental exigirle un esfuerzo a quienes más tienen».