Es sinónimo de calidad, de sobriedad, de momentos únicos. De brindis excelsos. Trasladado a la personalidad de un whisky, son los rasgos distintivos de la nueva referencia de la gama Ballantine ́s: personalidad escocesa, con la fuerza, la energía y el abrazo en cada trago… Unido a la dulzura que aporta la barrica americana, con la vainilla como nota predominante. Es Ballantine ́s 10 American Barrel, sinónimo de calidad dentro del universo 100% premium de todo whisky.
Y en esto de poner la bandera a cada santuario del buen beber, Ballantine ́s, por supuesto, tiene sus place to be. Repartidos por toda la Península, para que los aromas de esos dos mundos inunden cada momento de deleite.
Para quienes busquen brindis épicos a la par que históricos, bien merece un trago de Ballantine ́s 10 en la legendaria terraza de Ramsés: es la historia de Madrid en formato líquido, mientras se disfruta de los diez años de envejecimiento en madera americana del nuevo miembro de la familia Ballantine ́s. Un poco más arriba, y para los que busquen aislarse del asfalto en estos tiempos calurosos, opción idónea es Papúa Colón, donde Daniel Regajo y Guillermo Garro interpretan cada viaje en copa desde esta colorida jungla urbana.
Vainilla, caramelo y toffee como la máxima expresión de los sabores y aromas secundarios de la barrica son los aliados del Ballantine ́s 10 American Barrel, presente también en algunas plazas de referencia en el universo líquido de Cataluña. Para muestra, Gala, del Grupo Isabella ́s, donde la estética de paredes y decorados bien podrían pertenecer a cualquier casa de veraneo de los Hamptons. Un whisky por sentirse noble. También en la Ciudad Condal hay un lugar donde el brindis es ya un arte. Se llama Backstage y está dentro del Teatro Kitchen & Bar, donde beber es un acto noble y lleno de intimidad.
«EL TIEMPO ES UNA CARACTERÍSTICA QUE HACE MUY ESPECIAL AL WHISKY. UN REGALO PARA TOMAR COMBINADO, CON HIELO O SOLO»
JAVIER AYLAGAS
En esta ruta veraniega con mucho, mucho hielo toca parada en la Valencia más bohemia. En la capital del Turia, hay un lugar, el Bar Café Madrid, que respira tranquilidad en modo salón de casa, solo que con la exclusividad de las eternas tabernas ilustradas. Ubicado en un lugar con la misma solera, el Hotel Marqués House, “el Madrid” es al universo Ballantine ́s la entrada a los maravillosos años veinte, con sus filtros y su flow ilustrado.
Luego está la terreta desenfadada. Se encuentra en la alicantina playa de Urbanova, donde la familia Remacha Sanz (con Raquel y Sergio como segunda generación emprendedora) destila felicidad a todos: a millenials y empresarios, a ladys y dandis varios. El santuario: Moments Bar, donde las notas avainilladas del Ballantine ́s 10 se funden con el sonido de las olas… Y con el aroma de la brasa por donde pasan carnes, pescados, conchas y verduras.
Entra Andalucía, con su sabor y su gracia acompañando cada trago. En el sur, el calor bien puede paliarse con un Ballantine ́s 10 desde Trocadero, en Benalmádena, donde sus aires étnicos y sus materiales nobles ayudan, junto a las notas del destilado, a evadirse del día a día. Todo al verde y al azul en este paraíso malagueño para brindar por cada puesta de Sol.
También desde Sevilla hay un lugar para combatir el mercurio con el nuevo retoño de Ballantine ́s. Se llama Maquiavelo, y es un club que bien podría ser una extensión de la naturaleza. Es la Sevilla tropical, desde el Muelle de las Delicias. Levanten el vaso por cada salida y entrada de cruceros desde el Guadalquivir.
España estrena nuevo Ballantine ́s, y lo hace siguiendo la premisa de su fundador, George Ballantine: Stay True, porque no hay una forma incorrecta de hacer whisky. O dicho de otra manera… The sky is the limit entre los dos mundos que lo abrazan: el escocés y el americano. Solo que, en esta ruta por los momentos excelsos en torno al whisky, bien merecen plazas como Bilbao. En la capital vizcaína, hay un reducto donde el terciopelo y las luces bajas forman parte de esos bares eternos. Es Sumerian Bilbao, un club de cócteles de autor, que, en este caso, el trago de Ballantine ́s bien puede acompañarse con unos creppes antes de cerrar el día o la noche.
Dice Javier Aylagas, Senior Brand Manager Whiskies de Pernod Ricard, que el Ballantine ́s 10 American Barrel “supone diez años en reposo tras cada gota, porque el tiempo es una característica que hace muy especial al whisky. Un regalo para tomar combinado, con hielo o solo”. Y tiempo es lo que también pide sacar un lugar como Casto, en La Coruña. Uno de esos bares donde la comida acompaña a la bebida, y no al revés. Taberna a la que siempre se quiere volver, donde la humildad forma parte del trato y el trago sublime.
Diez puntos, diez maneras de beber, una paleta de aromas y sabores. Ballantine ́s 10 American Barrel: oro cálido y explosión de fruta fresca en nariz, con la vainilla, el toffee y los frutos secos que le aporta la barrica. Dulce y cremoso al rozar el paladar, con notas de tarta de manzana casera y natillas (de vainilla, por supuesto) donde no faltan los guiños a la cuajada de limón. Es el retrogusto de la Escocia líquida con la América en madera, el whisky escocés número uno en Europa, que llega después del Ballantine ́s Light, concebido para los momentos de menos alcohol y que, bajo la filosofía de Stay True, pretende que los jóvenes crean en sí mismos. El nuevo Blended Scotch Whisky ya espera en barra.