“Siempre lo digo. Yo no hago negocios para ganar dinero, pero el dinero es el reflejo de tener éxito y todo el mundo quiere tener éxito. Yo he montado Kosmos para pasármelo bien. Lo que importa es el viaje”. Así de rotundo se mostraba Gerard Piqué (Barcelona, 34 años) el pasado 29 de marzo, sentado en su despacho de Kosmos, una sala amplia y luminosa, llena de trofeos, fotos celebrando campeonatos, discos de oro de su pareja, Shakira, y una camiseta de Maradona cuidadosamente doblada sobre la mesa baja en torno a la cual se desarrolla la entrevista.
FORBES España se ha desplazado hasta Barcelona para fotografiar y entrevistar en exclusiva a este futbolista convertido en exitoso empresario. Sobran los motivos. A través de Kosmos, un holding con unos cien empleados y negocios en varios ámbitos —tenis, fútbol, eSports y una productora—, Piqué ha irrumpido con fuerza en el universo empresarial.
Dos semanas más tarde, lo que irrumpe con fuerza son los audios privados sobre las comisiones en torno a la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí que destapa El Confidencial y que han tenido a media España hablando sola. A saber, las conversaciones privadas entre Piqué y Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, sobre las gestiones para celebrar la Supercopa en Arabia Saudí, que dejaban a sus dos protagonistas a los pies de los caballos.
En resumen: comisiones millonarias para Kosmos (24 millones de euros) por hacer la gestión; sumas millonarias para la Federación Española (40 millones de euros) por celebrar la Supercopa en el país de Oriente Medio, y algo mucho mejor que el dinero (que parece que les sobra) para los saudíes: llevar un evento deportivo de semejante envergadura a un país acusado de no respetar los derechos humanos. Todos ganan. Así son los buenos negocios.
En cuestión de segundos, la imagen de nuestro entrevistado queda pulverizada –no vamos a entrar a hablar de Rubiales– y bajo el hashtag #PiqueGate no cabe suficiente espacio para reproducir los apelativos que le han dedicado.
Lejos de amilanarse, Piqué convoca esa misma noche una rueda de prensa abierta a todo el mundo (incluido el extranjero, porque hay mundos pequeños, pero no el de Piqué) a través de su canal de Twitch, en todo un giro de guion.
Y allí, sin límite de tiempo ni censura, defiende a capa y espada su gestión: no hay nada ilegal —cierto—, la participación de Kosmos como intermediaria ya se publicó en 2019 —cierto— y conseguir 40 millones para la Federación es un gran negocio —discutible, si uno pone en la balanza los elementos éticos y morales—.
Los periodistas, por su parte, haciéndose eco de la indignación popular, apuntan a un conflicto de intereses obvio: es muy extraño ser jugador en activo y hacer negocios al mismo tiempo con el presidente de la Federación, que dirige la misma competición en la que tú participas.
Una hora en directo en la que todo el mundo que quiere pregunta lo que desea. Y, contra todo pronóstico, Piqué no sale tan mal parado —o al menos, la opinión en su contra no es unánime—. Y eso que aún faltan por escucharse muchos más audios —las entregas se irán espaciando en varios días—.
Ahora, el debate está en la calle: ¿Piqué mola? ¿Es un genio de los negocios? ¿Es un listo? ¿Un oportunista y un ventajista? ¿O quizá una mezcla de todo lo anterior?
Aún falta la opinión del streamer Ibai Llanos, su socio y amigo, que siempre merece la pena escuchar, no solo por sus conocimientos futbolísticos, sino porque poca gente habla tan claro: «Ningún aficionado quiere que el fútbol vaya a Arabia Saudí, porque además es un país de mierda«. Y añade: “El problema principal de esto es que Piqué es un jugador en activo”.
Pero rebobinemos dos semanas atrás, cuando desde el despacho de Piqué veíamos el sol luchando por brillar entre las nubes. Ese día el futbolista recibe a FORBES España diligente y se somete —a su pesar— a una meteórica sesión de fotos en un rincón improvisado de la oficina —aunque lo hace muy bien, dice que no le gusta posar—, y a una algo menos meteórica entrevista en la que contesta a nuestras preguntas medio desparramado en un sillón —como se suele sentar— y con su eficiente jefa de prensa supervisando el encuentro.
PREGUNTA. Rico, famoso, guapo, ¿cómo ha forjado eso su carácter?
RESPUESTA. No lo sé… No me he parado a pensar eso nunca… He ido viviendo mi vida y consiguiendo objetivos, que es lo que creo que siempre nos mueve a todos. He ido construyendo una vida en la que intento ser feliz, para eso estamos aquí.
P. De su patrimonio, ¿qué porcentaje corresponde al fútbol, a la aventura empresarial, a la publicidad e imagen?
R. ¡Uf, no tengo ni la menor idea! El principal ingreso ahora mismo sigue siendo el fútbol. Tengo la suerte de haber tenido una carrera muy buena a pesar de que nunca me he movido por dinero. Ni cuando era joven. Recuerdo que cuando me fui al Manchester me ofrecían tres veces más de lo que le pedí al Barça por quedarme. No me lo dieron y decidí irme porque sentía que si no me pagaban ni eso es que no me valoraban. Pero siempre me he movido por sentimiento, emociones y sensaciones. El dinero claro que ayuda y te ahorra muchos dolores de cabeza, pero no es para nada lo más importante en la vida.
P. Se ha reunido con empresarios muy prestigiosos como Mark Zuckerberg o Hiroshi Mikitani. ¿Qué le ha impresionado de ellos?
R. Son brillantes, por eso están ahí, ¿no? Pero me da la sensación de que cuando estás en esa dinámica, en ese negocio de muchas cifras, algo tan, tan, tan grande que funciona las 24 horas, se pierde un poco la noción del momento.
P. ¿Juegan en otra liga?
R. Tienen muy poco tiempo y todo va muy rápido. No conciben el hecho de disfrutar de verdad de una cena y estar tres horas hablando de cualquier cosa, aunque no sea de negocios. Entienden el tiempo de otra manera. Yo siempre lo digo, yo no hago negocios para ganar dinero.
P. ¿Kosmos es su apuesta para cuando deje el fútbol profesional?
R. Sí, la intención es que Kosmos dure muchísimos años y que sea muy exitoso y que hagamos proyectos que a la gente les ponga cachondos. El trabajo es donde pasas más tiempo en tu vida; más que en tu casa. Hay que buscar proyectos sexis, que la gente de verdad esté motivada.
P. Su padre también es empresario. ¿Qué consejos le han dado en casa?
R. Desde que tienes uso de razón te inculcan una educación en la que te enseñan lo más básico. Vas creciendo y te van guiando y ayudando y obviamente que mi padre lleva muchos más años, en un sector totalmente distinto, pero hay cosas que sirven para todo tipo de actividades. Los veteranos tienen más experiencia, pero los jóvenes con sus ganas y su ilusión por aprender, intentar generar y ser importantes también pueden aportar muchísimo.
P. ¿Qué cualidades tiene como empresario?
R. ¡Uf, no tengo ni idea! No me gusta nada hablar de mí mismo. Que te lo cuente la gente que está aquí trabajando.
La gente que está ahí trabajando cuenta que Piqué es creativo, inquieto, rápido y tiene olfato. Su trayectoria empresarial lo demuestra. Su primer gran logro fue reactivar la Copa Davis, una competición que andaba de capa caída y en la que participaban cada vez menos estrellas. «Propusimos un cambio de formato muy diferencial que concentraba los partidos y ayudaba a que los jugadores volvieran a participar. También garantizamos una cantidad importante de dinero a la Federación Internacional de Tenis, algo que para estos organismos es básico y les permite invertir en jóvenes talentos».
A este primer éxito le siguió la compra del Andorra Fútbol Club y otros proyectos menos convencionales, como asociarse con el streamer Ibai Llanos para crear un Campeonato de Globos, en 2021, que se retransmitió por Twitch —una especie de canal de televisión que solo emite por internet y que utilizan básicamente streamers y gente muy joven—.
También ha irrumpido en los eSports —deportes electrónicos con competiciones internacionales— y ha creado un equipo (KOI) para participar en League of Legends (LoL), un videojuego que arrasa entre los jóvenes y que se juega por equipos.
Si todo esto le suena a chino, es normal. El propio Piqué no estaba familiarizado con este universo, nunca ha sido gamer y no recuerda la última vez que jugó a un videojuego. Pero ha seguido su olfato, y su olfato le ha llevado por ese camino.
“En Kosmos intentamos ver hacia dónde va todo y ser de los primeros. Somos bastante arriesgados, porque aún somos pocos y nos lo podemos permitir. Si vemos que algo nuevo está tirando, apostamos. El mundo se dirige hacia un tipo de entretenimiento que la gente no está preparada para entender”. Si todo le suena intangible, imagínese la forma de monetizar todo eso. “Ahora mediante sponsorship básicamente, pero en un futuro seguro que con los derechos de TV, el ticketing… Un poco como cualquier evento deportivo de entretenimiento”.
Hijo del empresario y abogado Joan Piqué, y la especialista en medicina física y rehabilitación, Montserrat Bernabéu, a diferencia de muchos futbolistas, Gerard y su hermano menor, Marc, de 30 años, son dos niños bien. Desde pequeño, creció pensando que algún día jugaría en el FC Barcelona, del que su abuelo materno, Amador Bernabéu, fue vicepresidente y le había hecho socio desde que nació.
Un día, cuando tenía 12 o 13 años y ya jugaba en las categorías inferiores, Louis van Gaal fue a comer a su casa. “Yo estaba nervioso porque pensaba que si duraba mucho en el club igual lo podía tener de entrenador. Así que me vestí de gala para recibirlo bien y cuando llegó me empujó y me tiró al suelo. Me dijo: ‘No ser fuerte para ser central’. Me quedé traumatizado”.
Ese empujón, y quizá algún otro, han forjado su carácter y han hecho de Piqué una persona que se crece ante la adversidad. Provocador, vacilón y descarado, despierta odios y pasiones a partes iguales, y forma con Shakira –con quien tiene dos hijos, Milan, de nueve años, y Sasha, de siete–, una de las parejas con más relumbrón del mundo.
P. En muchos sitios usted es ‘la pareja de Shakira’. ¿Le molesta?
R. En absoluto. A mí me gusta que no me reconozcan. En España casi nunca me pasa, pero si vas a países donde el fútbol no es muy importante… Por ejemplo, tenemos una casa en Bahamas y ahí paso desapercibido muchas veces. Puedo salir en pijama a la calle, me encanta.
P. Su segundo apellido es Bernabéu. ¿Tiene algún vínculo con el Madrid o es solo un castigo divino?
R. Ninguno, es pura casualidad. Nunca he tenido odio al Madrid. Es verdad que hay una rivalidad muy fuerte y me gusta tocar un poco los cojones cuando toca, pero no odio nada, la verdad.
P. ¿Qué personalidad ha conocido que le haya impresionado más?
R. Hostia, no lo sé… Bono me impresionó en su momento. Fuimos a comer un día con mi mujer y es una persona que le va la cabeza a otro nivel y está muy involucrado en causas sociales y fundraising. Pero no soy muy mitómano. Siempre lo dicen, ¿no? A tus ídolos es mejor no conocerlos. Somos personas, con nuestros errores y nuestros defectos.
Fotografía: Jacobo Medrano
Estilismo: Miriam Arruga
Director creativo: Luis Rodríguez