Habrá sido la flor de azahar, esa que en marzo empieza a inundar las empedradas calles del casco antiguo de Jerez. Esa cuyo aroma se mezcla con el del paso del tiempo guardado en cada bota, donde bulle la Palomino Fino.
Jerez es el lugar para el último idilio entre un dandi del beber reposado y la creatividad de uno de los grandes de la moda española. Los protagonistas: Lepanto, único Brandy Solera Gran Reserva elaborado al completo en Jerez, y la última creación de Juan Avellaneda, estilista de celebrities y considerado uno de los hombres más elegantes de España. Su retoño: los gemelos inspirados en una de nuestras ciudades del vino con más solera.
La delicadeza y personalidad de Lepanto armonizan como el mejor coupage con estos gemelos de plata bañada en oro con el sello Avellaneda, uno de los referentes de la moda masculina española. Su forma es la de la flor de azahar con una naranja como clip, que cierra el puño de la camisa de los patriarcas a homenajear. Esta edición limitada, en un exclusivo estuche que incluye los gemelos Avellaneda junto a una botella de Lepanto. Clase y disfrute extremo en formato líquido y sólido para los momentos más hedonistas, donde el brindis destila notas ahumadas, a naranja amarga y nuez.
La pareja perfecta que vestirá cada copa en el Día del Padre, desde la mesa hasta el brindis de cierre. Lepanto y Juan Avellaneda en una edición especial creada para la solemnidad impecable. Es el mismo germen de Lepanto, de sus tiempos pausados, esos cuya aguja resuena en los alambiques Charentais donde se destila, el de sus botas Sherry Cask que durante doce años ha guardado Tío Pepe en las ancestrales bodegas de González Byass.