Nadie escapa a la necesidad de recibir consejos externos. Tampoco en todo lo que tiene relación con el ahorro y la inversión. No importa quiénes seamos o cuánta riqueza hayamos acumulado, la gente tiene la necesidad de pensar en su futuro en términos financieros. Cada persona es diferente cuando se trata de trazar sus objetivos. De ahí a la importancia de adaptarse al cliente para que consiga aquello que se ha propuesto con su capital.
En el caso de los altos patrimonios, la necesidad de contar con asesoramiento profesional se verifica aún más por la complejidad de su situación ya que las familias tienen un mayor componente internacional, miembros residentes en otras jurisdicciones, patrimonio en diversas localizaciones, la esperanza de vida ha aumentado y las necesidades de las nuevas generaciones han variado.
“El experto en planificación patrimonial analiza la situación personal, las necesidades, las expectativas y las aspiraciones de una persona desde una perspectiva global y con una visión a largo plazo, para ofrecerle soluciones adecuadas que le permitan realizar una gestión óptima de su patrimonio asegurando su preservación para su familia y las generaciones futuras”, comenta Ana Queipo de Llano, responsable de Planificación Patrimonial para Iberia de Julius Baer.
Desde el departamento de planificación patrimonial, el banco privado suizo evalúa la situación patrimonial de un cliente con un enfoque integral, abarcando temas tan importantes como la estructuración de sus bienes, la planificación financiera, la sucesión o la jubilación, la redomiciliación y la gobernanza familiar, tanto internamente con sus asesores, como ayudando a las familias con equipos de especialistas externos para cada una de las materias objeto de análisis.
«La planificación patrimonial requiere mantenimiento y revisión; por eso la figura de un asesor que acompañe en el recorrido de la vida es fundamental»
“La planificación patrimonial no es un ejercicio excepcional que se realiza una vez y se olvida, requiere mantenimiento y revisión, dado que el mundo y las circunstancias personales o familiares cambian, por eso la figura de un asesor patrimonial que le acompañe en el recorrido de su vida es fundamental”, apunta Queipo de Llano.
Las claves del éxito
En primer lugar, los asesores del banco ayudan a elaborar un plan financiero que es una descripción general de la situación patrimonial de un cliente con todos los activos que posee. Además, actúa como una hoja de ruta que marca algunos de los hitos que pueden afectar a la vida a corto, medio y largo plazo. “Puede simular los efectos financieros de sus elecciones, ya sea jubilación anticipada, retiro de pensión, matrimonio, venta de un negocio o tener otro hijo”, sostiene Queipo de Llano al respecto.
Y, también, suele hacer recomendaciones para mejorar las finanzas personales y optimizar los recursos. “Sirve como una buena base para comprender la capacidad de riesgo que se tiene cuando se busca invertir”, comenta la responsable de Planificación Patrimonial para Iberia de Julius Baer.
Por otra parte, el asesor financiero sirve de referencia para definir unas metas claras y realistas. Los clientes a menudo comienzan el proceso de planificación preguntando cómo hacen otras personas para fijar objetivos o lidiar con situaciones a futuro como la jubilación o la financiación de la educación de sus hijos.
“Si bien esto puede ser útil, el cliente ha de forjar su propio camino contemplando los deseos y ambiciones de su familia dentro de plazos específicos, ya que, sin objetivos claros, tendrá dificultades para definir una estrategia financiera significativa a largo plazo y, como consecuencia, su riqueza y circunstancias generales podrían verse afectadas”, analiza Queipo de Llano.
Esto liga con la idea de ser realista. A pesar de que muchos clientes en realidad poseen más riqueza de la que creen, no es extraño que subestimen los medios necesarios para mantener su estilo de vida actual en el futuro. “A menudo se sorprenden de cuánto gastan y desearían haber comenzado a planificar un año antes”, señala Queipo de Llano. La experta explica que aquellos que incrementan sus ingresos tienden a gastar más en lugar de ahorrar más, lo que puede ser un riesgo si no se controla.
«Si el cliente no tiene unos objetivos claros, tendrá dificultades para definir una estrategia financiera significativa a largo plazo»
“Hay quienes creen que necesitan mantener la mayor parte de su riqueza hasta bien entrada la jubilación para sentirse financieramente seguros, por lo que es importante ser realista acerca de cuánta riqueza se necesita para llevar una vida cómoda”, añade.
Tres factores a tener en cuenta
Más allá de todos estos conceptos, hay factores que son relevantes para llevar a cabo un programa detallado con las finanzas personales individuales. Uno es el principio de que dejar la planificación financiera para mañana puede hacer que se pierdan oportunidades en el ahora.
“Por ejemplo, cuanto antes se empiece a fijar metas y a poner en marcha un plan, más pronto se estará tranquilo a nivel particular”, afirma Queipo de Llano. Cabe recordar que un plan financiero es una base sólida para gestionar el patrimonio, ya sea traspasando una propiedad o estableciendo estructuras patrimoniales para los seres queridos.
Asimismo, es de gran importancia hacer una revisión de la planificación financiera. No es algo estático, sino que se trata de un proceso continuo. Debe adaptarse en sincronía con cualquier cambio en las circunstancias personales, en los marcos legales o en las circunstancias económicas del país en el que se reside.
“A medida que avanza en la vida, se puede invertir en nuevos activos y, al hacerlo, se puede correr el riesgo de tener exposición en una o más clases de activos, por lo que puede resultar difícil ver la necesidad de diversificar la cartera sin una visión general completa del patrimonio”, cuenta Queipo de Llano.
El último punto destacable es que es altamente recomendable hacer a las parejas partícipes de las decisiones financieras. “Esto es particularmente importante cuando las parejas no están casadas o en una unión legalmente reconocida, por lo que hay que asegurarse de comprender las leyes matrimoniales y lo que podría significar en caso de incapacidad o muerte”, ahonda.
Trazar un plan de vida con los objetivos claros a través de un plan financiero puede ser una tarea abrumadora para muchas personas, pero con un horizonte claro, conseguir un futuro libre de cargas financieras está más cerca.