Bob Dylan ha vendido todo su catálogo de grabaciones, así como «los derechos de múltiples nuevos futuros lanzamientos», a Sony Music Entertainment, según anunció la compañía este lunes.
Este acuerdo, que se produce poco más de un año después de que el cantante vendiera los derechos de autor de sus composiciones musicales a Universal Music Publishing Group, se cerró el pasado mes de julio e incluye todo el catálogo de música que Dylan ha grabado desde 1962 –39 álbumes de estudio y 16 bootlegs, según Billboard–, además de los derechos de futuras reediciones de sus canciones.
Por ello, Sony habría pagado una cantidad desconocida que medios especializados como Variety sitúan entre 150 y 200 millones de dólares (133 y 177,5 millones de euros). Por su parte, Billboard puntualiza que las grabaciones tienen un valor de más de 200 millones de dólares (más de 177,5 millones de euros) y generan 16 millones de dólares (14,2 millones de euros) en ingresos anuales.
En este sentido, Dylan ha subrayado que Columbia Records y Rob Stringer «no han sido más que buenos conmigo durante muchos, muchos años y un montón de discos», refiriéndose a la filial de Sony, el sello discográfico con el que firmó cuando comenzó su carrera musical. «Me alegro de que todas mis grabaciones puedan permanecer donde pertenecen«.
Cabe recordar que no es la primera operación de este tipo que Dylan lleva a cabo. En diciembre de 2020, el músico vendió los derechos de autor de sus composiciones musicales a Universal Music Publishing Group por más de 400 millones de dólares (más de 355 millones de euros), según el New York Times y Bloomberg.
Dylan sigue los pasos de otros artistas
En los últimos años se ha visto una gran cantidad de leyendas de la música que han sacado provecho de sus catálogos de grabación y composición:
- En abril, el catálogo de canciones de Paul Simon fue vendido a Sony por 250 millones de dólares (221,7 millones de euros).
- Hace dos semanas, todo el catálogo musical de David Bowie se vendió a Warner Chappell Music por más de 250 millones de dólares (más de 221,7 millones de euros), según informaron varios medios de comunicación.
- Stevie Nicks y Neil Young también han vendido participaciones de sus catálogos.
Según Rolling Stone, la pandemia ha sido una fuerza motriz para que los artistas decidan vender su música, ya que las giras no eran posibles. Los motivos fiscales, la planificación del patrimonio y otros factores económicos más amplios también pueden contribuir a que los artistas opten por vender sus catálogos. Según el Wall Street Journal, la nostalgia y las nuevas oportunidades para la música antigua, como las aplicaciones de fitness, también pueden influir en esta tendencia.
