«Con una profunda tristeza, la Casa Mugler anuncia la muerte del señor Manfred Thierry Mugler. Un visionario cuya imaginación como costurero, perfumista y creador de imágenes dio poder a la gente en todo el mundo para ser más atrevidos y soñar más cada día», ha sido el mensaje que la firma homónima del diseñador ha lanzado en redes sociales para anunciar el fallecimiento de su fundador, quien ha se ha ido a los 73 años, por causas naturales, como también ha confirmado su agente, Jean Baptiste Rougeot.
Abatida por su inesperada ausencia es como se queda la industria de la moda tras conocer la noticia. Mugler, nacido en Estrasburgo en diciembre de 1948, conquistó el sector en la década de los 80 para revolucionarla y agitar los estilos del momento. Aunque el genio llegó a París con 20 años y rápidamente se puso a trabajar con otros diseñadores, no fue hasta 1973, año en que fundó su marca Café de París, cuando comenzó a despegar en solitario. Sólo un año más tarde dio vida a la icónica marca Thierry Mugler, la misma que le llevó a la fama y alcanzar el notable éxito que hoy le sobrevive.
Mugler fue uno de los artífices de los patrones de siluetas más estilizadas y de los diseñadores que mejor recrearon la realidad virtual, la mayoría de las veces muy cercana a la ciencia ficción.
Desde su llegada a la moda, sus diseños y forma de dar vida a una prenda no ha dejado indiferente a nadie. Tampoco a las celebrities. Beyoncé, Lady Gagam Madonna o Kim Kardashian, entre otras, son algunas de las famosas que han lucido sus creaciones cada vez que han tenido ocasión. La última de ellas acudió vestida de Mugler a la Gala Met de 2019.
No sólo le bastó ser uno de los referentes de la moda extravagante, arriesgada y atrevida, conceptos casi siempre reunidos los tres en una sola pieza, la perfumería también fue un nicho que supo defender. Creador del perfume Angel, esta fragancia fue una de los elixires más demandados en el siglo pasado. Probablemente, por su aroma atemporal y sus líneas clásicas, nada que ver con sus creaciones en un taller.
Con un imperio en manos del Grupo L’Oréal desde el año 2003, la noticia de su fallecimiento coincide con la celebración de la Semana de la Moda parisina, entre el final de las pasarelas de moda masculina y el inicio de la Alta costura. Y tras haber anunciado su firma homónima colaboraciones con otras firmas para los próximos años.