Claudia y Nabil tienen 18 años. Sus vidas han recorrido caminos distintos, pero tienen algo en común: haber sabido superarse ante las dificultades y alcanzar así la excelencia en los estudios. Su nota media final de bachillerato es un 10. Ellos son dos de los 50 estudiantes brillantes que han conseguido una beca de grado de la Fundación “la Caixa” para poder estudiar la carrera universitaria que desean.
Esta es la primera edición del programa, por el que se han otorgado 50 becas a estudiantes con talento y pocos recursos económicos, circunstancia que, en ocasiones, conlleva otro tipo de dificultades. Pero a pesar de sus contextos de vida no siempre fáciles, todos ellos han sabido superarse en los estudios, con una nota final de bachillerato o ciclo formativo de grado superior de 9,74 sobre 10. En cuanto a su perfil, el 60% son mujeres; y el 40%, hombres.
El principal objetivo de este nuevo programa es promover la igualdad de oportunidades en el acceso a la formación universitaria. Y es que, el 20% Cincuenta brillantes mentes para cincuenta nuevos sueños Fundación “la Caixa” convoca la primera edición de un programa de becas universitarias. Así es como te puede cambiar la vida de los universitarios en España necesita apoyo económico para llevar a cabo sus estudios. Además, estas becas ofrecen un apoyo integral al estudiante, para que pueda desarrollar al máximo su potencial y alcanzar la excelencia académica. Estos 50 jóvenes comienzan ahora a dibujar un horizonte en el que pueden vislumbrar ya más oportunidades. Es el caso de Claudia y Nabil, que nos cuentan cómo han logrado llegar hasta aquí y cuáles son sus planes de futuro:
Claudia, sin perder el ritmo
Desde pequeña, Claudia García Jiménez ha tenido claro que quería ser profesora. “A medida que iba pensando dónde me veía yo de mayor, pensaba: tiene que ser enseñando y ayudando a las personas”, explica. Claudia vive con su padre y con su hermana pequeña, de 13 años. “No sé en qué momento de mi vida puse los estudios por encima de absolutamente todo. Me planificaba, y me sigo planificando muchísimo. Soy muy estricta en los estudios”.
Esta joven gaditana, de Jerez de la Frontera, afirma que, aunque a veces las circunstancias de la vida hacen que el camino para seguir adelante no sea fácil, “hay que pensar que hay un futuro”. Y, para Claudia, este dio un giro cuando se enteró de la posibilidad de presentar su candidatura al programa de becas de la Fundación “la Caixa”. “Mi tutor en el instituto, Francisco, al que tengo mucho cariño, me llamó y me dijo: hay una beca para personas con talento y sin recursos. Inténtalo”. Y ella así lo hizo.
El programa busca promover la igualdad de oportunidades en el acceso a la formación universitaria.
Ahora, ha comenzado a estudiar el Grado en educación Primaria en la Universidad de Cádiz, en Puerto Real. “Me he visto al entrar en la carrera como una persona nueva. Últimamente, es todo muy positivo. Hay mucha felicidad”, afirma Claudia. El programa de becas incluye una dotación económica mensual, además de una ayuda inicial para adquirir material y equipamiento informático. Y también incorpora una ayuda adicional para estancias internacionales, curso de idiomas o un programa de formación en habilidades transversales.
Dice que cuando llegue a ser profesora le gustaría, por ejemplo, ayudar a sus futuros alumnos a despertar su curiosidad. Los conocimientos son muy importantes, asegura, pero, además, “cada persona tiene un potencial increíble y, si no lo consigue encontrar, puede que lo pierda”.
“Gracias a la beca, también estoy estudiando un curso de inglés. Nunca había estado en una academia. Me encantan los idiomas, pero el inglés, sobre todo”, afirma Claudia. Aparte de enseñar, que es su gran pasión, una de sus aficiones es el dibujo. Y de forma autodidacta ha empezado a estudiar japonés. Además, le gusta mucho bailar y cantar: dice que cuando canta y baila se siente más libre.
Nabil, a toda máquina
Nabil Tamalout Salah ha comenzado a estudiar el grado de Ingeniería en Tecnología Naval, en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, gracias a la beca de la Fundación “la Caixa”. Nabil nació en Tenerife, donde ha vivido toda la vida. “Las ‘mates’ se me han dado bien desde pequeño y creo que eso me ha permitido soñar siempre con ser ingeniero. De lo que sea: robótica, informática… Después, empezaron a gustarme las naves: los aviones, porque quería entender cómo volaban; y los barcos, cómo flotaban. Al final, opté por la ingeniería naval”, explica.
Cuenta Nabil que su madre ha sido siempre su modelo a seguir. Desde los nueve años ha vivido con ella y con uno de sus hermanos. Son tres. “Mi madre es camarera de piso. La admiro en todos los sentidos. Sobre todo, por lo trabajadora que es. Sacar una casa adelante y con un sueldo de un empleo no cualificado… era un verdadero esfuerzo. Por suerte, nunca nos ha faltado de nada”. A Nabil le gustaría poder ayudarla, gracias a las expectativas de futuro que ahora se abren ante él: “Yo espero terminar la carrera y poder jubilarla”. Precisamente, estas nuevas becas, al promover la igualdad de oportunidades en el acceso a la formación universitaria y ofrecer un apoyo integral al estudiante, que hace posible que pueda desarrollar al máximo su potencial, tienen un impacto positivo no sólo en los estudiantes becados, sino también en su contexto familiar, favoreciendo un ascenso social en su entorno.
Acerca de cuáles son los factores esenciales para superarse en los estudios, Nabil considera que hay dos elementos principales: “La perseverancia, esforzarte; y lo que tienes innato: el talento. Por ejemplo, a una persona que le cuesten mucho las matemáticas, posiblemente, va a tener más dificultades”. Este futuro ingeniero, con gran capacidad en lógica matemática, es un apasionado de la maquinaria naval. “Me gustan los barcos, pero más los motores que la arquitectura del barco”, puntualiza. Sus asignaturas favoritas son la física y las matemáticas, y uno de sus hobbies es hacer deporte. Además, le gusta quedar con amigos, tomar algo y charlar. Esos momentos tranquilos.
Trabajando sueños
La Fundación “la Caixa” no les perderá de vista en la consecución de sus sueños. Con este nuevo programa de becas de grado, la entidad cubre todas las etapas de la formación universitaria y postuniversitaria, y combina, por vez primera, la excelencia académica con la equidad social. El presupuesto de esta primera convocatoria es de 2,3 millones de euros.
“Ser profesora es mi sueño principal. Pero también me gustaría bailar en un escenario y que a las personas les guste mi baile o, en un futuro, ser capaz de hablar japonés muy fluidamente”, asegura Claudia. A Nabil le gustaría ser un ingeniero muy cualificado. “En un futuro, también me gustaría obtener la beca de los másteres que también dan en la Fundación”. Claudia y Nabil son la muestra de que la verdadera dificultad reside en saber perseverar y elevar el potencial de cada persona ante las adversidades o circunstancias de vida, como todos estos jóvenes becados han conseguido hacer, incorporando en sus vidas valores como la resiliencia y la superación.