Ayudar a la NASA a montar una base permanente en la Luna para explorar otros planetas o desarrollar tests genéticos que predecirán enfermedades son algunos de los proyectos en los que trabaja en la actualidad la compañía tecnológica.
En 2005 Diego Fernández decidió fundar ARQUIMEA, empresa de tecnología aplicada al sector espacial, para explotar una patente que le habían concedido: un joven emprendedor sentaba así los pilares de lo que hoy es un grupo tecnológico que opera a nivel internacional en sectores tan diversos como espacio e industria, defensa y seguridad, o salud y biotecnología.
Un logro del que se siente especialmente orgulloso es la entrada con éxito en EE UU: “Es un mercado muy exigente y en el que, como empresa tecnológica siempre quisimos estar. En plena pandemia decidimos abrir una oficina en Los Ángeles, California. El equipo que elegimos para dirigir esa filial ha hecho un gran trabajo. En menos de un año estábamos trabajando para la NASA o el DoD (Departamento de Defensa de EE UU)”, asegura.
Doctor Ingeniero en Telecomunicación, ha recibido diversos premios reconociendo su trayectoria como ingeniero y empresario. Entre ellos, uno de la NASA a su participación en el proyecto MSL-Curiosity, misión espacial acometida para explorar la superficie de Marte.
¿Qué es ARQUIMEA?
Es una compañía tecnológica española que opera a nivel global en sectores de alta exigencia. Nuestro objetivo es crear soluciones y productos innovadores basa- dos en tecnologías propias. Creemos en la tecnología como motor de desarrollo de la sociedad. Llevamos la I+D y la innovación en nuestro ADN.
¿Qué factores son claves para pasar de una startup a un proyecto empresarial sostenible, que mantenga la innovación en sus propuestas?
Las empresas deben trabajar siempre con el foco puesto en lo que la sociedad demanda. La innovación debe ser una constante, si no, no encontraremos nichos de negocio. ARQUIMEA tiene ya 16 años de vida, factura más de 100 millones de euros y somos 500 empleados. Queremos seguir creciendo, pero manteniendo el espíritu de una startup. Además, nuestra cultura –o valores– es una de las cosas que más aprecio: Think Big, que implica atreverse a competir con los más grandes; Do the Job –lo importante es sacar los temas adelante, no las horas de trabajo–; y Enjoy Life, pasárselo bien cuando estás en el trabajo.
¿En qué proyectos están trabajando? ¿Puede destacar un hito por sector?
En ARQUIMEA nos organizamos en cinco unidades de negocio que ofrecen productos y servicios tecnológicos a diferentes sectores. En el Aeroespacial, estamos ayudando a la NASA a desarrollar su ambicioso plan de montar una base permanente en la Luna, base que servirá como plataforma para la exploración de otros planetas. En el sector Médico, trabajamos en tests genéticos que servirán para predecir enfermedades y evitarlas, antes de que ni siquiera se desarrollen. En el sector Industrial, trabajamos en la movilidad eléctrica de camiones pesados, impulsando junto a Siemens en Alemania y otros países la autopista eHighway. Y en el sector AgroTech, investigamos la aplicación de la IA a la producción porcina, lo que permitirá mejorar la calidad de este alimento, principal fuente de proteína en el mundo occidental. Por último, en el sector Fintech, a través de nuestra compañía Kaudal, prestamos asistencia a más de 100 empresas tecnológicas españolas a financiar sus proyectos de I+D+i, lo que es muy gratificante. Lo hacemos ayudándo- las a rentabilizar las deducciones fiscales que generan.
¿En qué consiste el Mecenazgo Tecnológico en el que Kaudal es pionera?
Desarrollamos vehículos financieros para poner en contacto a inversores tecnológicos con vocación de mecenazgo con empresas tecnológicas que buscan financiación para acometer proyectos de I+D. Somos líderes en España porque conocemos bien el ecosistema tecnológico español y sabemos identificar los mejores proyectos. Cada año crecemos en número de clientes. Así, en 2020 financiamos más de 75 proyectos por un valor de 100 millones de euros, aproximadamente un 50% más que en los tres años anteriores. Nuestro objetivo es contribuir a impulsar proyectos de I+D e innovación, apoyando el desarrollo de nuevas tecnologías y productos innovadores. En España tenemos un gran talento y proyectos extraordinarios y no podemos dejarlos en los cajones.
La tecnología ha sido un aliado frente a la pandemia: tests de diagnóstico del covid o software de rastreo del virus. En este sentido, ¿qué lecciones se pueden aprender?
El impacto de la pandemia ha sido muy fuerte, y ha puesto de relevancia que innovar en ciencia y tecnología debe ser constante y es un activo para toda la sociedad. Puedo decir ahora con orgullo que en ARQUIMEA, cuando en marzo de 2020 la crisis sanitaria nos sorprendió a todos, aparcamos lo que teníamos entre manos para dedicar todos nuestros recursos a contribuir en la lucha contra la pandemia. Así, reconvertimos nuestra capacidad de análisis genético en ofrecer test PCR de covid; y en menos de un mes, pusimos a disposición de la sociedad una capacidad de 10.000 tests diarios. Hemos realizado más de 500.000 tests PCR de covid durante la pandemia.
En materia de innovación y tecnología, ¿hacia dónde cree que nos dirigiremos en un futuro?
En 2021 y en los próximos años, la innovación estará activa y presente en todos los sectores. Hoy, quien no innova, se queda atrás. La innovación tecnológica ha surgido como una necesidad de supervivencia tras la pandemia, pero será fundamental para que las empresas puedan seguir siendo relevantes e impulsar el crecimiento futuro.
¿Cuáles son las próximas novedades que vendrán?
Bueno, lo bonito del futuro es que ninguna predicción tiene validez. Nosotros hemos montado un centro de investigación corporativa –ARQUIMEA Research Center–, con más de 60 investigadores para que trabajen en tecnologías disruptivas que puedan cambiar el futuro.
¿Y puede adelantarnos cómo ve a ARQUIMEA en el futuro?
La innovación es intrínseca a nuestro modelo de negocio. En 2020 hemos reforzado nuestra presencia internacional. Contamos con filiales en EEUU, Alemania y Sudeste asiático. Queremos incrementar nuestra presencia en EEUU y seguiremos invirtiendo en I+D y en tecnología. Aspiramos a ser una gran empresa global de tecnología, pero lo más importante es que queremos seguir creciendo sin perder nuestro espíritu ni nuestra pasión por la tecnología.