Dice la RAE que una mansión es una casa suntuosa. Pero, ¿a partir de dónde se empieza a considerar una vivienda como mansión y se deja de considerar un chalet? Lo cierto es que los límites no están del todo claros. De hecho, no hay definiciones legales sobre sus características. Pero por norma general se tiene en cuenta que debe ser más lujosa que una casa, y estar construida con materiales de primera calidad. En cuanto a los metros, depende de donde esté situada. Por ejemplo, si están en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos) debe tener como mínimo 1.500 m²; pero si están en Los Ángeles, muchos más. ¿Y el precio? También varía, aunque hay una cosa clara: no son asequibles para todos los bolsillos. Y si no se lo creen, echen un vistazo a la siguiente lista de las mansiones más caras del mundo.
The One, la mansión más cara de EE UU
Situada en el exclusivo barrio de Bel Air, en Los Ángeles (Estados Unidos), con nada más y nada menos que 9.290 metros cuadrados y unas vistas 360º de la ciudad, se encuentra The One, la mansión más cara de todo el país. Es, sin duda, la casa perfecta para montar buenas fiestas: cuenta con una discoteca, cinco piscinas, una bolera de cuatro pistas, una sala de cine para 30 personas, un salón de belleza, jacuzzi, gimnasio y casino.
La vivienda, diseñada por el arquitecto Paul McClean, que también se encargó del proyecto del hogar de Beyonce y Jay-Z en el mismo barrio, también dispone de un garaje con 50 plazas de aparcamiento, cinco ascensores interiores, 42 cuartos de baño, 20 habitaciones y una suite principal con terraza en la que se encuentra un putting green de golf.
Todo ello se puede comprar por el módico precio de 340 millones de dólares (286,7 millones de euros). ¿Suena a mucho? Nada comparado con los 500 millones de dólares (421,7 millones de euros), que Nile Niami, productor de películas convertido en promotor inmobiliario, esperaba obtener por la propiedad.
The Billionaire, la destronada
Antes de la salida al mercado de The One, The Billionaire, ubicada también en Bel Air, era la casa más cara en venta en EE UU. Algo más modesta que la anterior, esta vivienda tiene 3.530 metros cuadrados. Y más allá de las habitaciones habituales en una casa (dormitorio, salón, baño, cocina, comedor, despacho), esta mansión cuenta con bodegas, piscinas, una bolera, helipuerto y una sala de dulces.
Fue originalmente incluida en el catálogo del promotor Bruce Makowsky por 250 millones de dólares (210,8 millones de euros). Sin embargo, se vendió por algo menos de la mitad, tras dos años en el mercado: sus nuevos dueños pagaron 94 millones de dólares (79,3 millones de euros), una rebaja del 62% de su precio de salida al mercado.
Un ático a precio de oro y una casa con la realeza por vecina
Hasta enero de 2019, la mayor operación inmobiliaria de una vivienda en la historia de Estados Unidos la había realizado el multimillonario gestor de fondos Ken Griffin. El fundador y CEO de Citadel adquirió un ático en Nueva York con vistas a Central Park por 238 millones de dólares (algo más de 200 millones de euros). En aquel momento, The Wall Street Journal catalogó esta compra de vivienda como la más cara registrada nunca en el país.
Pero no sólo en Estados Unidos se venden y compran propiedades por nueve cifras. Europa también tiene sus gangas. El mismo Griffin ha invertido en propiedades en el viejo continente. Tres días antes de desembolsar los 238 millones de euros en Nueva York, se compró una vivienda de 2.000 metros cuadrados al lado de Buckingham Palace, en Londres (Reino Unido), por solo 106 millones de euros.
La longeva Casa Encantada
Otra propiedad conocida entre los multimillonarios es la Casa Encantada, una mansión levantada en 1938 en una colina sobre el Bel-Air Country Club. Su ubicación no puede ser mejor: la casa está muy cerca de Los Ángeles (a menos de 15 minutos de Beberly Hills en coche), sin embargo, está rodeada por un bosque que la aísla por completo de vecinos y mirones (perfecto para un multimillonario). Lo que no tapa son las espectaculares vistas al mar que hay desde la mansión.
Diseñada con estilo georgiano (muy de moda en los años 30), esta vivienda tiene más de 3.700 metros cuadrados dentro de los que hay: 60 habitaciones, entre grandes salones dormitorios, salas de cine y bodega, y todos los lujos en el exterior, como piscina, pista de tenis, invernadero. En el año 2000 se reformó y no se escatimó en gastos: se retocaron todos los detalles, los patrones geométricos, loa paneles de madera tallados, los techos elevados, los balcones con encajes de hierro e incluso una barra oval de plata esterlina.
Casi 20 años después, en 2019, salió al mercado con precio de 225 millones de dólares (189,6 millones de euros). ¿Os imagináis quién la compró? Nada más y nada menos que el hombre más rico del mundo, Jeff Bezos.
Un ucraniano en Francia
Como decíamos, Europa también tiene su atractivo, y no le faltan sus mansiones de precios onerosos. Si no que se lo pregunten al hombre más rico de Ucrania. Rinat Akhmetov compró a principios de 2019 la histórica Villa Les Cedres, en la Riviera francesa por 200 millones de euros al fabricante italiano de licores Davide Campari-Milano. Esta generosa cifra fue un 43% menor al precio de venta de algo menos de 350 millones de euros que se pedía inicialmente.
Construida en 1830, la mansión está rodeada por un jardín botánico que alberga alrededor de 14.000 especies de plantas y con impresionantes vistas de sus alrededores. La biblioteca también es imponente: en ella se pueden encontrar 3.000 libros. En las salas de estar destacan los sillones y las mesas combinados con grandes candelabros, retratos del siglo XIX y marcos ornamentados que adornan las paredes.
¿Y en España?
Este mismo año se ha vendido en España una de las propiedades más caras del territorio nacional. Situada en la urbanización Sierra Blanca de Marbella, esta villa salió por unos 40 millones de euros, uno de los precios más altos pagados por una vivienda en la localidad de la Costa del Sol. El precio final ha sido algo inferior a este valor, según publica el portal inmobiliario Idealista.
Es una mansión clásica, con columnas y mármol en la fachada, diseñada por el arquitecto Jesús del Valle Cardenete y ganadora del Premio Maceal a la mejor villa internacional en 2017, que ha adquirido un inversor extranjero del que se desconoce su identidad.
La villa de cuatro plantas se extiende por 3.000 metros cuadrados sobre una propiedad privada de 6.000 metros cuadrados; y cuenta con 13 baños, dos cocinas, comedor, sala de estar con dos chimeneas, sala de juegos con bar, sala de televisión, tres dormitorios de invitados con baños en suite y ascensor a todos los pisos. En su exterior, los jardines cuentan con una gran piscina de borde infinito, áreas para tomar el sol, fuentes de agua y césped. Además, en el sótano se encuentra una sala de cine, bodega, un spa con piscina climatizada, jacuzzi, sauna, baño de vapor, sala de fitness, sala de masajes, baño y dos duchas, y un garaje con plazas de aparcamiento para ocho coches.