Fika deriva de la palabra sueca ‘café’ (Kaffe), algo que aman sus habitantes, ya que Suecia es el tercer país en consumo de café del mundo. El tiempo dedicado a beber café es una parte regulada de la jornada laboral en Suecia. En ciudades como Estocolmo tener un tiempo dedicado exclusivamente a hacer Fika es obligatorio para todos los trabajadores. Los empleados reciben bebidas calientes de forma gratuita, y cuentan con instalaciones propias para disfrutar de este ritual. Es una costumbre fuertemente arraiga a la cultura sueca, por ello muchos suecos practican esta tradición varias veces al día.
Suecia se encontraba entre los ocho países de la OCDE más productivos en el año 2016. Es posible que Fika influya en estos resultados. Estos minutos de pausa sirven para crear un clima relajación y fomentar la creatividad, conversar sobre temas que nada tienen que ver con las tareas diarias, y en definitiva, conectar con nuestros compañeros de equipo. Al reducir el estrés, aumentar la motivación y mejorar la socialización de los empleados, los empleados son más productivos.
En ciudades como Sydney (Australia), Londres (Reino Unido) o Manhattan (Estados Unidos) se están sumando a esta costumbre sueca de tomar un descanso en la jornada laboral. Por el contrario, en España todavía estamos muy lejos de dar la bienvenida a este ritual sueco del entorno empresarial. La tendencia en nuestro país es acortar la pausa del café, tomarlo rápido y volver al lugar de trabajo. De esta manera, reducimos la comunicación y el tiempo que compartimos con los compañeros fuera del entorno laboral.
Quizás ha llegado el momento de plantearnos la posibilidad de importar esta tradición sueca llamada Fika. Adaptarla a nuestras costumbres culinarias y nuestros horarios, y ponerla en marcha en las empresas durante un periodo de prueba. Sería interesante analizar sus resultados y los beneficios que aporta a los equipos de trabajo. Y tú, ‘¿haces un Fika?’.