Novak Djokovic vendió en junio, pocos días después de ganar la final de Roland Garros contra Stefanos Tsitsipas, su apartamento en Miami Beach por cinco millones de euros. El tenista serbio compró el inmueble en abril de 2017 por 4,8 millones. Se trata de un apartamento ubicado en la Eighty Seven Park, una torre de lujo de 18 pisos diseñada por el arquitecto Renzo Piano y que alberga 70 viviendas.
El apartamento, por tanto, destaca por sus impresionantes vistas, que en este caso dan al océano. En total, el inmueble ocupa 210 metros cuadrados y está envuelto por una terraza de 160 m2. Cuando el tenista compró el edificio, se fijó en sus vistas, en el amplio espacio y en el ambiente relajado de la zona.
«Me inspiró el inigualable nivel de servicio, el acceso exclusivo al parque, el jardín botánico de la casa y las vistas panorámicas. Simplemente me encanta el diseño del edificio. Es una ubicación inesperada en un barrio que está creciendo rápidamente», señaló en 2007 cuando firmó el contrato.
La ya ex vivienda de Nole, en concreto, tiene tres dormitorios, tres baños y techos de tres metros de altura. Cuenta además con las lujosas comodidades del edificio: spa con sauna, vapor y hammam turco, enoteca con sumiller, salones privados, biblioteca, piscinas, cabañas resort o un centro tecnológico, entre otros.
Djokovic, que en los últimos años ha acumulado un patrimonio de 250 millones de dólares, posee una envidiable cartera inmobiliaria, que incluye una mansión en Montecarlo y un par de apartamentos en el SoHo de Nueva York.
En el caso del Eighty Seven Park, los residentes son personas de varias nacionalidades que se fijan en el arte y en la arquitectura. El comprador del inmueble del tenista, cuya identidad no se ha dado a concoer, es un gran fan del juego del serbio.