# 1 Establecer objetivos claros
Parte del atractivo de poner en marcha un negocio totalmente nuevo es la emoción de imaginar a dónde podría conducirle. Las ambiciones son admirables, pero también vale la pena ser práctico y establecer metas a corto y medio plazo que sean realmente alcanzables. Establecer metas claras para el futuro previsible puede ayudarle a encontrar el enfoque correcto durante las fases de desarrollo más importantes en la vida de un nuevo negocio.
# 2 Hacer más de lo que funciona y menos de lo que no
Esta es una regla práctica útil para cualquier empresa, pero sobre todo para las startups que deben tener la flexibilidad y el entusiasmo para perseguir cualquier oportunidad que surja con el paso del tiempo. A menudo puede que su plan inicial se convierta rápidamente en algo muy diferente a lo previsto, pero esto no tiene que ser negativo sino la ocasión de aprovechar las oportunidades imprevistas para ser sostenible en el camino.
# 3 sólo pedir prestado lo que necesita
Encontrar acceso al efectivo necesario es una parte clave del proceso implicado en iniciar una startup, pero solamente debe pedir prestado lo que cree que necesita para reinvertirlo en el negocio. Limitar sus deudas en las fases anteriores del desarrollo puede dejarle con opciones mucho mejores a la larga y con mayor flexibilidad financiera para cuando realmente importa.
# 4 Planee sus finanzas tan precisamente como sea posible
Centrarse en los números con regularidad y con un propósito real puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de una startup. No cabe duda de que la puesta en marcha de planes financieros realistas en vez de optimistas para períodos de tres, seis y doce meses puede ser un punto de referencia enormemente útil para cualquier persona involucrada en el negocio de crear una nueva empresa desde cero.
# 5 Facture rápidamente
Para startups y muchas compañías más grandes también hay una tentación de centrarse algo más en asegurar nuevas ventas que en facturar rápidamente y perseguir pagos atrasados. Hay una buena razón para esto, por supuesto, y es que asegurar las ventas futuras es esencial para las perspectivas de cualquier empresa y su desarrollo. Sin embargo, también es absolutamente vital para establecer buenas prácticas y procedimientos adecuados cuando se trata de la facturación.