Sin embargo, esa transformación constante puede conllevar que nos perdamos en esa ida y venida de novedades cada vez más revolucionarias. Si nos centramos constantemente en aquello que está por venir, no logramos de la forma más efectiva evolucionar en lo que ya existe sobre nuestros escritorios, y eso podría suponer una traba en las carreras profesionales de los millennials.
A pesar de que integrarse plenamente con las tecnologías y con las nuevas exigencias del trabajo actual es casi la norma número 1 para esta generación, todavía hay algunas habilidades de la “vieja escuela” que pueden aprenderse, potenciarse y otorgarles una prioridad para lograr en el trabajo la línea ascendente tan deseada por todos.
1. Saber adaptarse. Los negocios se mueven a gran velocidad, y adivinar el futuro es imposible (de momento). La única manera de lidiar con esa incertidumbre es construir las competencias necesarias para tolerarla y saber movernos con soltura por los diferentes escenarios que finalmente se den.
2. Entender a las demás personas. Estamos rodeados de información acerca de lo fácilmente sustituibles que somos por máquinas perfectamente capaces de hacer nuestro trabajo. ¿Pero puede un robot entender a los humanos? Las empresas de hoy en día reclaman diferentes perfiles no solo de profesional, sino también en el plano personal. Eso requiere que todos ellos tengan la suficiente empatía y flexibilidad para trabajar junto a otros que no tienen su misma mentalidad.
3. Estar abierto a la creatividad y la innovación. Las empresas más punteras ya no quieren oír hablar de “esto siempre se ha hecho así”, ni de métodos infalibles con décadas de práctica. La multiplicidad de opciones que puedan existir para solucionar un problema requiere resetear la mente del empleado para extraer de ella nuevas posibilidades que aporten valor al equipo y al desarrollo de la empresa.
4. Evolucionar. Una voluntad de crecimiento https://forbes.es/actualizacion/4245/las-claves-para-crecer-dia-a-dia-en-tu-carrera-profesional es la habilidad más importante para tener éxito profesional. Las personas que trabajan en un entorno cambiante deben fluir con él, y no esperar a que las cosas se adapten a su forma de resolverlas.
5. Decir gracias. Aunque parezca una norma de cortesía básica, lo de agradecer las cosas es prácticamente una novedad en el lugar de trabajo. En un mundo donde los espacios virtuales están ocupando gran parte del tiempo de trabajo, aprovechar los momentos del cara a cara para potenciar las habilidades comunicativas personales se convierte en un valor al alza.