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5 formas fáciles para mejorar tu autoestima cada día

Cuando nuestra autoestima es elevada, nos sentimos más resistentes a los ataques, perennes a los efectos del paso del tiempo y mucho menos vulnerables a la ansiedad y el rechazo. Como consecuencia (y en realidad, también como causa), hay un menor nivel de cortisol (la hormona del estrés) en nuestro torrente sanguíneo.

Los aspectos positivos son evidentes, pero mejorar nuestra autoestima no es una mera cuestión de voluntad. Por el contrario, es todo un reto, especialmente si hemos experimentado algún retroceso recientemente. El psicólogo Guy Winch, con 20 años de experiencia a sus espaldas, afirma que el problema es que la percepción de uno mismo es tan inestable que incluso puede fluctuar de un día a otro, o dependiendo de la hora del día.

Otra complicación habitual es la manera en que las carreras profesionales dan una forma determinada al valor que nos otorgamos a nosotros mismos. A través de la opinión que otros tienen de la actividad concreta que ejercemos, puede resultarnos una ofensa que afecte directamente a lo que consideramos nuestra identidad propia.

El psicólogo también enunció durante una charla motivacional las tácticas más útiles para mejorar la autoestima y superar mejor los golpes a nuestra imagen.

1. Utiliza afirmaciones cuando hables de ti mismos. Eres lo que piensas; la idea es llenar tu mente de frases positivas hasta que realmente penetren en tu conciencia. Para comenzar a utilizarlas sin que choquen de manera violenta con las creencias que una baja autoestima genera, Winch sugiere emplear expresiones más suaves, como “Voy a esforzarse hasta alcanzar el éxito” en lugar de “Llegaré a la cima del éxito”.

2. Identifica los aspectos positivos. La autoestima crece en proporciones asombrosas cuando demostramos nuestras capacidades en las áreas de nuestra vida que son más importantes para cada uno. Apostar más fuerte por mejorar en esos aspectos es incidir directamente en una buena apreciación de ti mismo. La clave es averiguar tus talentos y hacer hincapié en ellos.

3. Aprende a aceptar los cumplidos. Cuando nos sentimos especialmente mal con nosotros mismos, es difícil para cualquiera procurar sacarnos de ese círculo vicioso. Somos más resistentes a las bondades de los cumplidos, aunque sean precisamente una e las mejores medicinas que podemos tomar. En lugar de rechazar frontalmente los halagos, responde amablemente. A la larga trabajarás directamente en la imagen que tienes de ti mismo.

4. No te critiques a ti mismo. Es increíble lo frecuente que es el vicio de atacarse y patearse cuando ya estamos rendidos en el suelo. Aparca la costumbre de la autocrítica, expresada interna y externamente. ¿Serías capaz de hacer algo parecido con un amigo cercano? Quiérete a ti mismo y proyecta la intencionalidad de no dañarte más.

5. Recuérdate a menudo tu valor. Si la confianza en ti mismo aún puede resistir un golpe, puede ser la mejor manera de reavivarlo. Si has sido rechazado, ya sea a nivel personal o profesional, anota en una lista las cualidades que, pese a todo, siguen intactas en ti.